Un grupo de porteñas, oriundas de la comisaría de Chelem, se encuentra ahora en la mira del mundo tras ser reconocido de manera internacional por su labor en materia de recuperación del mangle, tras ganar la categoría de “Héroes Locales” dentro de los premios “Ocean 2023”, que lleva a cabo de manera anual la organización “BOAT International” y la fundación “Blue Marine”.
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Parte fundamental del logro fue una periodista independiente de nombre Kaitlyn Cooper, quien hace algunos años en una entrevista se enteró de este y otros 94 proyectos de carácter altruista y comprometido con la comunidad.
“La reportera trabaja por su cuenta y vive en la capital del país. Sabíamos del proceso del concurso, porque ella se comunicaba con nosotros para decirnos cómo avanzar en cada filtro, hasta que para nuestra sorpresa nos dijeron que éramos ganadoras. Este tipo de situaciones otorgan al proyecto mayor proyección, aparte de que es un orgullo verse en ese nivel e inmersas dentro de diarios de otras naciones, cuyos lectores van a saber de nosotras”, dijo Keyla Raquel Vázquez, miembro fundador.
Entrevistada en su hogar de esta comunidad, la activista agregó que todo se originó desde hace más de seis años cuando se construyó un puente junto a la pista internacional de remo y canotaje. Hasta el momento se han reforestado más de 100 hectáreas de lo que se considera el “oxígeno del ecosistema terrestre”.
“Recuerdo que el proyecto empezó, porque la construcción que ahí se hizo había perjudicado mucho mangle. Estábamos en una zona bastante devastada y aunque las autoridades que en su momento se comprometieron a apoyarnos hasta cinco años, lo hicieron solo en dos, aquí seguimos firmes apoyando a la causa”, agregó la entrevistada.
El grupo lo integran actualmente 14 mujeres que van de los 30 hasta los 80 años, cuyo nombres es Teresita de Jesús Matú y quien es ejemplo para varias mujeres que buscan otorgar beneficios al medio ambiente que forma parte de su municipio.
“Hoy en día estamos orgullosas de nuestra labor. Como todo comienzo, tuvimos inestabilidad, poníamos de nuestro dinero y esfuerzo, hasta que el trabajo vio frutos y la gente comenzó a voltear a vernos, hasta recibir donaciones que son con las que nos apoyamos de manera habitual”, describió Raquel Vázquez.
Parte de las tareas a realizar en el área de rehabilitación que ha avanzado a pasos agigantados, empieza por recuperar la hidrología. Los trabajos más habituales consisten en la realización de canales y centros de dispersión en los que se colocan semillas de mangle tipo rojo. Mientras que el mangle tipo negro crece de manera natural en la superficie mediante los trabajos que realizan las “chelemeras”.
“Como en todo equipo de trabajo nos repartimos las tareas. Por obvias razones la parte más difícil la hacen las integrantes más jóvenes, aunque al final todas somos parte esencial de la labor”, puntualizó la ambientalista.
Hoy en día, estas mujeres gozan de un reconocimiento que ha traspasado fronteras, sobre todo en internet, donde no han faltado los artistas de renombre nacional e internacional, youtubers de distintas nacionalidades y hasta el canal National Geographic que aterrizó en Progreso para llevar a cabo un documental.
Algo que llama la atención es que el H. Ayuntamiento no ha otorgado ni un “hola” a estas tareas como exhibe la mujer entrevistada, sin embargo, las ambientalistas se mantienen al margen, ya que nuevamente constatan que han obtenido de varios sectores y donadores los insumos para seguir haciendo esta recuperación de mangle.
Un detalle curioso es que a pesar de que el grupo lleva por nombre “Chelemeros Unidos Por la Restauración del Mangle”, las redes sociales han colaborado para que este equipo de trabajo sea llamado simplemente “las chelemeras” por la procedencia de sus integrantes.
También destaca que este no ha sido el único premio trascendente que han ganado las mujeres, pues en el mes de enero de 2022 algunas de ellas volaron a la capital del país para ser acreedoras de una distinción por esta labor al frente del ecosistema.
Lamentablemente, en el municipio persiste una contraparte que las autoridades no han podido frenar. Estas afectaciones se denotan sobre todo en las zonas de invasión de comisarías como Chicxulub, donde año con año crece a pasos agigantados este delito.
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LV