Aunque con una asistencia menor a la esperada, Chichén Itzá despidió a la Primavera con el solsticio de Verano, con aproximadamente cinco mil personas, que poco o nada supieron sobre cómo, El Castillo“se dividió” en mitad sombra, mitad luz, fenómeno que ocurrió con la salida del Sol y “se repitió” en el ocaso, en el lado contrario de la pirámide.
De hecho, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Yucatán no organizó alguna actividad específica por este fenómeno dentro de la zona precolombina, los que asistieron se maravillaron con este “evento” arqueoastronómico, que, además, marcó este 21 de junio como el día más largo del año y, por ende, la noche más corta.
En el principal edificio de la ciudad maya de los Itzaes, el solsticio -que significa “Sol quieto”-, produce un fenómeno único: los lados Norte y Oeste de la pirámide de Kukulcán, en la medida en que el Sol va saliendo en el horizonte, se iluminan y dejan las otras dos caras “a oscuras”. Por la tarde, el fenómeno “se invierte”.
Los guías de turistas señalaron a los visitantes, sobre todos internacionales, que cada año, entre los días 20 y 21 de junio y 20 y 21 de diciembre -invierno- el Sol alcanza su punto más alto en el cielo; en el primer caso, los días se alargan y, en el segundo, se acortan.
“La diferencia entre los solsticios y los equinoccios radica en la duración del día y la noche, durante el solsticio de verano en Chichén Itzá, el día es más largo, lo que permite apreciar el increíble espectáculo de la proyección solar. Para los mayas, estos sucesos marcaban el inicio y el fin de los ciclos de la siembra y las cosechas”, aseguraron.
Diversas actividades
Algunos visitantes realizaron diversas actividades y rituales relacionados con la cultura maya para atraer las buenas energías. “Pudimos venir cuando fue el equinoccio en marzo, y ahora vinimos a despedir la primavera, nosotros creemos mucho en las vibras y sentimos que esto nos llena de energía, además creo que Chichén Itzá es el lugar idóneo para hacerlo, ya que este lugar es mágico, no por nada es una de las siete maravillas del mundo”, comentó Mateo Fernández, de España.
Las autoridades de la zona arqueológica señalaron que el día transcurrió sin inconvenientes y de forma normal, por lo que no hubo más turistas que de lo usual.
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LV