En estasvacaciones de veranouna opción turística es recorrer el patrimonio cultural de las comunidades yucatecas que se distingue por sus templos, sus viejos conventos franciscanos y sus naves de amplias parroquias erigidas hace siglos. Entre ellas sobresalen las iglesias de tres torres, una moda de mediados del siglo de las luces (siglo XVIII), de las cuales la de Yaxcabá es la máxima representante en la Entidad, mientras que la de Homún brilla en el Sur con tres torres pequeñas que parecen obra de las manos de un alfarero.
Según diversos artículos de destacados investigadores sobre la arquitectura religiosa y el arte sacro en Yucatán, la parroquia actual de Yaxcabá fue la primera en tener las tres torres como parte principal y distintiva. Sobre este punto, el benemérito maestro e investigador Miguel Bretos señala: “En el año de 1730 el obispo Matos Coronado la hacía figurar en el apartado de los Dignos de repararse, lo cual sugiere que es cuando comenzaron las obras de la que sería la enorme iglesia de tres torres que hoy admiramos”.
En su reseña el mencionado investigador deduce que fue hasta mediados del siglo XVIII cuando la edificación quedó concluida, pero con intervenciones de varios clérigos, en especial de las de Agustín Cano en 1755.
En cuanto al particular gusto de construir torres en las iglesias que se levantaban en el antiguo obispado de Yucatán, se destaca que esto era un plan realizado por sacerdotes seculares o la llamada clerecía. Si bien en Yucatán casi todas las obras de arquitectura religiosa son surgidas de la orden franciscana, también es cierto que el clero y sus parroquias desarrollaron grandes trabajos en su obra de arquitectura civil.
La antiquísima iglesia de Homún, que tiene por patrono a San Buenaventura, es singular en su fachada que consta de tres torres pequeñas a imitación de la de Yaxcabá, que hacen su peculiar estampa. Las columnas fueron construidas durante las mejoras emprendidas por el cura Pedro Antonio Flores, entre los años 1754 y 1755, en el mismo periodo que se inauguró la iglesia de Yaxcabá.
Las torres de Homún están ubicadas como remates que se asemejan a una pequeña tiara de una limpia y austera fachada, con su arco de acceso labrado en rocas ornamentales y una ventana del sotacoro con detalles, fuera de las partes mencionadas todo lo demás es liso y sin ornatos.
La iglesia de San Francisco de Yaxcabá fue parte de la misión franciscana, pero se volvió parroquia del clero en 1582, siendo de las primeras misiones pasadas a manos de los seculares. En lo que respecta a Homún, la iglesia fue parte de la misión y posteriormente se convirtió en convento de los franciscanos, siendo secularizada en 1680 pasando a la administración de un sacerdote.
Entre las iglesias que tuvieron intenciones de edificar tres torres y cuyos planos originales fueron publicados por diferentes investigadores como Rubén Vega González, está la del antiguo barrio de San Cristóbal en la ciudad de Mérida y la de San Francisco en la actual ciudad de Umán. Ambas parroquias estaban también en manos del clero secular.
Finalmente, sólo queda mencionar que las iglesias de los municipios de Yucatán son dignas de admirar por la complejidad de su arquitectura, por eso, turistas locales y extranjeros las visitan y quedan maravillados por su belleza.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
AA