El regidor Raúl Escalante Aguilar aseguró que como parte de la comisión permanente de Salud y Ecología seguirán de cerca el proceso legal contra un vecino de la colonia Chuburná en Mérida que mató a una de sus mascotas, a la que le cortó la cabeza.
Explicó que el presunto agresor podría pasar hasta seis años en prisión en caso de que se le encuentre culpable.
Alertó que ese tipo de conductas violentas deben ser atendidas y castigadas con prontitud, pues el daño que se le causa a los animales es solo un reflejo de lo que podrían provocar en la sociedad.
“Tenemos toda la evidencia. Si no hay una causa que entorpezca el proceso, el agresor pudiera recibir la pena máxima de los seis años”, añadió.
Afirmó que se estará muy atentos a que se haga justicia e incluso adelantó que la diputada federal Cecilia Patrón Laviada habló con el fiscal general, para que se tenga una cita con las rescatistas para que hagan las denuncias.
Dijo que el pasado domingo estuvieron casi ocho horas armando el expediente y la hermana del implicado fue a declarar en su contra.
Señaló que todavía quedan dos perros en la casa del agresor, por lo que la Unidad de Protección Animal (UPA) y la Unidad de Desarrollo Sustentable están dando seguimiento para que los animales tengan las condiciones óptimas, antes de que sean dados en adopción y si por parte de la FGE hubiera algún resolutivo, puedan ser recibidos en los centros de atención.
“Una vecina rescató a una perrita y se tiene el reporte que la familia del presunto agresor se comprometió a resguardar, cuidar y alimentar al par de caninos y se les dará un seguimiento cada semana para que estén en óptimas condiciones”.
Escalante Aguilar señaló que se ha pedido a los rescatistas tener paciencia cuando recurren a la autoridad municipal, pues en ocasiones no intervienen porque hay un debido proceso que deben cuidar, pues en caso contrario podrían entorpecerlo como ha sucedido en otros casos.
Aseguró que la pandemia, en general, vino a incrementar y empeorar todos los tipos de violencia dentro de la sociedad, pues al estar encerrados en las casas, vimos las necesidades que pasaban los animalitos, por lo que a partir de ese año se han desbordado los denuncias.
“La sobrepoblación animal aumentó muchísimo, así como la violencia y es algo que necesitamos atender”, aseveró.
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GC