La Policía detuvo a un sujeto, identificado como Julio P.E., tras decapitar a un perro en la colonia Chuburná de Hidalgo. El acusado utilizó un hacha para acabar con la vida del animal y luego desechó el cuerpo en un contenedor de basura.
Noticia destacada
Santa María Chi, Mérida, gana batalla contra la contaminación; clausuran parcialmente granja de cerdos
Noticia destacada
Aeropuerto de Mérida inicia jornada sin aglomeraciones y con vuelos adelantados este domingo
De acuerdo con algunos vecinos, el individuo, de 40 años de edad, primero golpeó al animal, llamado Rufino y luego con un hacha lo decapitó, en el predio ubicado en la calle 21 con 22.
Ese hecho indignó a los habitantes del rumbo, quienes solicitaron ayuda a la Secretaría de seguridad Pública (SSP). Acudieron policías y encontraron el cuerpo del can en un bote de basura.
Noticia destacada
Rejoneador Rodrigo Santos llevará proceso en libertad por violencia familiar en Mérida
Ayer, la Fiscalía General del estado informó que personal de los Servicios Periciales se encargó de procesar la escena del crimen. Se llevó el cuerpo de Rufino y se detuvo al sujeto para ser trasladado a las oficinas de la Policía Investigadora para las averiguaciones respectivas e integración de la carpeta respectiva.
Los colonos se enfrentaron de manera verbal con la dueña de Rufino y el presunto agresor. Además, manifestaron su preocupación por otras cuatro mascotas más que pudieran ser agredidos por los dueños.
Protesta de colonos
Los vecinos comentaron que en la casa donde vivía el animal, sus dueños solían estar bajo los influjos de drogas o alcoholizados y con música a alto volumen a cualquier hora del día.
Refirieron que, en la vivienda, los propietarios suelen estar bajo los influjos de drogas o alcoholizados y con música a alto volumen a cualquier hora del día.
Integrantes de un colectivo en defensa de los animales acudieron al lugar de los hechos y cerraron la calle durante un buen tiempo, como protesta por el asesinato. Elsa Arceo, fundadora de Rescatistas Independientes Unidas y Unidos, expresó su indignación ante la atrocidad cometida. “La brutalidad y sadismo con los que arrebató la vida a su querido perrito es algo inverosímil y terrorífico”, expresó.
Otros rescatistas también manifestaron su determinación de asegurarse de que el individuo no sea liberado. En caso contrario, tomarán medidas adicionales para garantizar que se haga justicia.
La colaboración entre los rescatistas, las autoridades y la comunidad en general demuestra que los actos de maltrato animal no serán pasados por alto.
El Código Penal de Yucatán, en el Artículo 409, en su apartado de Maltrato o Crueldad en contra de Animales Domésticos, se refiera a este tipo de actos. Señala que quien cometa actos de maltrato o crueldad en contra de un animal doméstico, que le provoquen la muerte, se le impondrá la pena de uno a cuatro años de prisión y una multa de 400 a 800 Unidades de Medida y Actualización (UMA). Esto equivale a 41 mil 496 a 82 mil 992 pesos.
En caso de que se haga uso de métodos que causen un grave sufrimiento al animal doméstico previo a su muerte, las penas se aumentarán en una mitad. Con esto se entiende que son todos aquellos que lleven a una muerte no inmediata y prolonguen la agonía del animal.
La comunidad se ha unido en condena ante esta crueldad animal. Las organizaciones defensoras de los derechos de los animales han sido un pilar fundamental en la lucha por la justicia en este caso, presionando incansablemente para que el responsable sea llevado ante la ley. Hace unas semanas fue vinculado un sujeto que amarró y apaleo a su mascota en el Sur de Mérida.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
LV