La ruina en la que se ha convertido lo que fue la estación de trenes es, sin duda alguna, una consecuencia de la desidia que han demostrado las autoridades municipales, no solo las actuales, sino también las de años anteriores.
Como se sabe, la puesta en marcha del ferrocarril en la localidad fue de gran utilidad, sobre todo por el enlace comercial que representó para el pueblo con otras comunidades y Estados.
De acuerdo con datos oficiales, en 2012 se conmemoró el centenario de la inauguración de la línea férrea Mérida-Acanceh-Sotuta.
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Este sistema de transporte fue un medio de comunicación de gran importancia en una época de bonanza para la Entidad. Las crónicas de esa época señalan que el 7 de enero de 1912 a las 8:00 horas los vagones partieron desde Mérida rumbo a Sotuta, cuyo recorrido estrenó la vía de 80 kilómetros de longitud antes mencionada. En señal de festejo, los responsables rompieron una botella de champagne en el frente de la locomotora de carbón mineral de hulla, acto realizado en los andenes de la exestación, ubicada en la calle 57 entre 48 y 46 de la capital del Estado.
La llegada del tren al pueblo por primera vez fue espectacular. El humo de la enorme máquina y el estrépito de su silbato aparecieron en el horizonte, mientras que la gente reunida en los patios de la estación mostró su alegría y admiración por el arribo. Pero de esos días únicamente queda el recuerdo, pues el tren cesó sus funciones entre los años de 1992 a 1994.
Según explicaron algunos ciudadanos, a partir de dicha fecha el inmueble que albergaba la terminal quedó en el abandono y la desidia de las autoridades municipales, pues como no era propiedad del Ayuntamiento, el personal se enajenó por completo de las instalaciones.
Sin embargo, varios pobladores apuntaron que entre 1995 a 1998, la empresa Ferrocarriles Nacionales de México dio instrucciones al Gobierno del Estado para que entablara un diálogo con las comunas yucatecas, a fin de que pudieran obtener los exedificios del ferrocarril, con el objetivo de emprender acciones que dieran provecho a las comunidades.
Esto no lo desaprovecharon algunos presidentes, como el de Tecoh, quien autorizó la construcción de un parque ecológico en el recinto; también se sumaron Kanasín y otras localidades, donde de igual manera se mejoraron los inmuebles y se utilizaron para el beneficio de la ciudadanía, como casas de la cultura, museos y espacios artísticos, entre otros.
No obstante, en esta población la situación se desarrolló de forma diferente, puesto que las autoridades municipales de aquel entonces no le dieron importancia al asunto y dejaron pasar la oferta, por lo que actualmente los vecinos siguen lamentando el deteriorado estado de la obsoleta estación.
Así lo narró el lugareño José Asunción Pool Pool, quien recordó que entre 1995 a 1998, Ferrocarriles Nacionales de México dio la posibilidad a los presidentes de los pueblos de disponer de los edificios, pero esto fue ignorado por el entonces alcalde, Eusebio Estrella Chan, sin embargo, los munícipes siguientes tampoco han tomado cartas en el asunto, por lo que se trata de un problema que lleva varios años volviéndose cada vez más grave.
“Es una pena que en nuestro caso el Primer Edil no supo aprovechar el ofrecimiento de la empresa. Hoy en día sufrimos las consecuencias de su desidia. La vieja construcción se está cayendo a pedazos como resultado del olvido de los gobernantes”, compartió el entrevistado.
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NM