Una de las devociones profundamente arraigadas y que forman parte de la identidad religiosa popular del Estado es la profesada a los Santos Reyes. Si bien con el transcurso de los años el santuario de Tizimín se ha vuelto el punto central de devoción en la Península de Yucatán, hay que destacar que el municipio no se queda atrás, pues cuenta con una cueva dedicada a los Tres Reyes. Además, vale la pena hacer una breve revisión de la historia local a fin de saber los ritos navideños que fueron implementados por los primeros evangelizadores.
La devoción profesada a los Magos del Oriente tiene características especiales, sobre todo porque en la vasta geografía peninsular hay pequeños santuarios erigidos en su honor. Los Tres Reyes han recibido tributo como santos intercesores desde los primeros siglos de la cristiandad que pasaron a estos lares con los misioneros. Entre los santos locales destacan los Reyes de Tizimín, cuyas estampas, imágenes y esculturas no son difíciles de encontrar en los hogares yucatecos.
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Mientras que en el municipio resalta la Caverna Tuul, que traducido al español es conejo. Dentro del sitio se encuentra un nicho de piedra en el que moran las imágenes de los Tres Reyes, que están formadas por estalactitas. Como las efigies están encima de una roca alta, se hace un poco difícil mirarlas.
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Según la visión y creencias de los adultos mayores, estas figuras correspondían a estos patronos, por lo tanto, los abuelos del pueblo comenzaron a llevar flores y encender tres velas en su honor y tributo.
Sobre esto, el maestro Waldo Vega Reyes expresó: “Mi abuela Socorro Pech vivía cerca de la Cueva de los Reyes, por lo que bajaba todos los días para limpiar el cenote que está adentro. Ella barría, quemaba basura y en estas fechas siempre encendía unas veladoras bajo las estalactitas, que, según su creencia, eran los tres Santos Reyes Magos”.
Pero el difícil acceso al interior de la cueva para seguir con las devociones, propiciado por la basura que se acumulaba y la humedad que reviste las piedras, hizo que poco a poco el lugar fuera abandonado y la práctica cayó en desuso. Los insectos pronto hicieron sus estragos, pues cubrieron de lodo las esculturas y cada vez es complicado a la vista reconocerlas.
El nicho de piedra está en la actualidad casi cubierto en su totalidad, lo que impide mirar las figuras de la sacra triada.
Por su parte, Marcos Contreras, vecino, dijo: “Desde hace muchos años íbamos a verlos a los Santos Reyes, si se parecen mucho a los Tres Reyes de Tizimín. Pero la gente antigua cuidaba este lugar, luego se abandonó y quienes no conocían que ahí estaban las figuras de los Reyes hasta tiraban basura. Qué bueno que ya está limpio y se puede acceder a la cueva”
.
Indicó que hace ya tres años el Ayuntamiento Municipal mandó a restaurar la entrada e interior del sitio, convirtiéndolo en un centro cultural. Esto hizo que la comunidad volviera a frecuentar y buscar las imágenes de la cueva.
Waldo Vega agregó: “Pero las figuras de los Tres Reyes están cubiertas en la actualidad de mugre, tierra y deshechos propiciados por los bichos e insectos que habitan en esa concavidad, siendo poco visibles. Hace falta una oportuna limpieza por personal capacitado y profesional de estas estalactitas para recuperar la imagen natural de estas piezas que la gente considera como una representación sagrada de los patronos”.
Trascendió que estos días de enero se pueden apreciar flores y tres velas encendidas dentro de la cueva, que algunos devotos depositan en un viejo altar hecho por los abuelos de pueblo.
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NM