Una gran fiesta de fe en la que se desbordó la devoción de la grey católica se vivió en la ciudad con la visita de la Reliquia de San Judas Tadeo que arribó al Santuario de Reyes para ser venerada por millares de creyentes como parte de su recorrido que desarrolla en la entidad y por el especial amor y afecto que le tienen al “Patrono de la esperanza y Apóstol de las causas imposibles”.
La reliquia se trata de un fragmento del hueso del brazo de San Judas Tadeo que fue entregado al príncipe Orsini por el Papa Inocencio X y fue trasladado a la Basílica de San Pedro donde se resguarda, pero con un permiso especial visita varios estados de México considerando que en esta nación hay mucha devoción a este Santo, por lo que en esta ocasión fue recibida en Tizimín.
La bienvenida estuvo a cargo de una comitiva de fieles que se congregó en la calle 51 a la entrada de la carretera Motul-Tizimín, la reliquia se encontraba junto con una enorme imagen de San Judas a bordo de un vehículo con una gran urna transparente que fue debidamente escoltada por elementos de la Guardia Nacional y de la SPV, además de ser acompañada por una caravana de bicicletas, motocicletas, vehículos, cabalgantes y por numerosos creyentes que caminaban junto con ella hasta llegar al centro de la ciudad donde bordearon el costado sur del parque principal Francisco Cantón hasta detenerse en la puerta principal del Santuario Reyes para ingresar a él.
Durante el trayecto no se hicieron esperar las manifestaciones de fe de la gente que le emitía plegarias, oraciones y que aprovechaba la oportunidad de tocar la urna o tomar una fotografía del recuerdo.
En la puerta principal de la iglesia la esperaba el Párroco, Pedro Echeverría López junto con los custodios y los acólitos para ejercer el rito establecido de bienvenida y de entronización; la reliquia junto con la imagen de San Judas ingresó en el pasillo central del Santuario en medio de los aplausos de los millares de feligreses que abarrotaron la totalidad de este templo religioso hasta ser colocadas al costado derecho del altar mayor.
Posteriormente se ofició una misa en la que el Sacerdote expresó que la importancia de participar en esta visita es una oportunidad de vincular, de recordar a alguien que estuvo en contacto directo con Jesús, que fue uno de sus apóstoles para expresarle ese reconocimiento y recordar que el paso de Jesucristo por este mundo no fue una leyenda, sino que realmente estuvo aquí y los apóstoles dieron testimonio de esa presencia.
Añadió que es primo de Jesús y por ello aprendió acerca de la piedad y generosidad hacia el prójimo y en especial de la caridad hacia pecadores, marginados y enfermos.
Explicó que los seres humanos valoramos aquello que estuvo en contacto con nuestros seres queridos aun cuando ya no están vivos entre nosotros, entonces una reliquia como esta es precisamente eso, mencionando que la iglesia la describe como parte de lo que fue la persona, resto humano o algo que le perteneció o que estuvo en contacto con ellos que se conserva con cariño y con respeto, añadiendo que en el caso de los Santos hablamos de personas que estuvieron en cercanía con Dios en vida y que estamos seguros que gozan también la presencia de Dios después de haber terminado su camino entre nosotros y por ello los vestigios que se recibieron son considerados como signos de solemnidad.
Al terminar la eucaristía los fieles tanto de la cabecera como de distintas comisarías, de otros municipios e incluso de otros estados de la república ejercieron largas filas dentro y a las afueras de la parroquia en espera del turno para acercarse a ella de manera ordenada para venerarla; durante estos signos religiosos se contó con las interpretaciones del mariachi San Felipe que le dedicaron sus cantares cual ofrenda de fe.
Durante la veneración las personas hacían todo lo posible por ungir la urna con sus manos, con ruda o con objetos religiosos para llevarse a casa y destinos de procedencia la gracia de esta visita, además de encomendar a sus familiares y seres queridos para que el Santo derrame sus bendiciones sobre ellos, sobre sus familias y para que les vaya bien en todos los planos de existencia.
La veneración culminó a la 1 am y las puertas de la iglesia se abrieron de nuevo el sábado a las 6 am, durante el día continuaron las misas y las largas filas de creyentes que acudieron a su veneración.