El ciudadano Carlos Alberto Jiménez Peniche expuso la venta incompleta de gasolina en la estación de servicios ubicada en la calle 40 del barrio San Juan, junto a los rieles del tren, pese a que el precio del combustible está por las nubes, afectando la economía familiar.
El quejoso afirmó que el despachador de dicho establecimiento se enojó con él cuando le demostró la cantidad faltante del combustible que le había despachado, argumentando: “Si no le parece, compre en otra parte”.
En esta ocasión, el habitante comprobó que faltaron al menos 100 mililitros para que le surtieran la cifra que solicitó, por lo que se puede estimar que por cada 100 litros de combustible los establecimientos no abastecen casi un litro del líquido. “Desafortunadamente, la mayoría de los consumidores solo llega, carga y paga sin verificar que les hayan proporcionado el producto completo en cada compra”, puntualizó.
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Aseguró que lo peor de todo es que esta lamentable situación se ha dado en varias gasolinerías de la ciudad, entre ellas la ubicada en el barrio de San Juan, la que está rumbo al municipio de Chichimilá y la llamada Alcocer, a pocos metros de la colonia Cinco Calles. “Nos dan gato por liebre porque no reclamamos nuestros derechos, lo mínimo que deben hacer el surtirnos el producto completo por el exorbitante precio al que se comercializa”, apuntó.
El poblador hizo un llamado a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para que los trabajadores tomen cartas en el asunto y verifiquen el robo que se hace a los clientes todos los días. “No es solo la desconfianza, sino el mal trato que los empleados dan a los usuarios, al menos el despachador de San Juan fue grosero”, dijo.
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NM