“Esos viajes a la FILEY eran el deleite de mi madre, fuimos muy felices ahí, me emociona mucho que este espacio se fortalezca cada vez más”, fueron las palabras de Laura Emilia, mediante un correo electrónico, para agradecer el reconocimiento luctuoso a su madre, la periodista Cristina Pacheco, que se denominó “El sentido responsable de la vida”.
En el marco de la XII Edición de la Feria Internacional de la Lectura (FILEY) 2024, la directora de UC-Mexicanistas, Sara Poot Herrera, dio lectura a esta carta que también reveló que la hija de la homenajeada resaltó el cariño que la FILEY le tenía a sus padres.
“En este correo decía Laura Emilia, no quiero pensar que el fallecimiento de mi madre signifique el fin de mi relación con la FILEY”, relató.
Enseguida, la también investigadora recordó que Cristina Pacheco estuvo presente en la Feria desde la entrega del Premio Excelencia en las Letras a su esposo José Emilio Pacheco, galardón que ahora lleva su nombre, y tras su fallecimiento, con gran entereza ella estuvo aquí en cada edición.
Su vasta obra, continuó, convierte a la conductora del Canal Once en un gran caleidoscopio cultural, ya que las historias que contó van armando un mapa de los afectos, de la gente que se nos ha ido, de la que permanece, de la que nadie ve, en ella tenemos un gran legado.
En presencia del rector de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Carlos Alberto Estrada Pinto, la escritora propuso que la memoria de Cristina Pacheco perdure en la FILEY, “para que al igual que José Emilio nos acompañe por siempre en este espacio literario”.
Al hacer uso de la palabra, la escritora Carmen Boullosa señaló que la homenajeada dedicó su trayectoria a dignificar a las personas.
“Cristina Pacheco fue inalcanzable, lo quiso nombrar todo, dando la pauta para crear un coro que nos recibe y retrata el paisaje social de modos y costumbres, encuentros y pérdidas, no en la voz extranjera sino en la voz de la Ciudad que consulta a sus habitantes, una voz que escucha a quien nadie ve, eso fue ella”, señaló.
Resaltó que fue justamente su forma de contar historias la razón por la cual, en 2010, la Unesco decidió nombrar su programa “Aquí nos tocó vivir” como una Memoria de la vida de la Ciudad de México y de otras regiones del país.
En su turno, el Doctor en Letras Roberto Domínguez Cáceres señaló que las narraciones de la también escritora venían de las historias de la gente, borrándose ella misma y sin darse crédito para hacer a cada uno de sus entrevistados el verdadero protagonista.
“Ella mencionaba que la vida es tolerable si uno la cuenta. En algunas entrevistas señaló que había que contar lo que a uno le pasa porque en México son 120 millones de habitantes y alguien debía recoger esas historias. Ella con sus programas se convirtió en una seña particular de la Ciudad de México”, explicó.
La escritura de Cristina Pacheco, continuó, hace sonar la arquitectura de la capital mexicana y ahora su legado hará mejores peatones y navegantes en la vida y en la ciudad que ella contó.
Finalmente, la profesora investigadora de la Facultad de Antropología de la UADY, María Dolores Almazán Ramón, indicó que la generosidad, perseverancia, empatía, rigor y respeto enmarcó la obra de la homenajeada, porque partiendo de esos valores y su libertad de elección se abrió camino en el periodismo desde muy joven y hasta sus últimas semanas de vida. Añadió que tuvo claro el propósito de trabajar por la dignificación de la persona humana, el sentido de su existencia, acompañada de cualidades como el talento para leer, escribir, conversar y sobre todo escuchar. “En una de las tantas entrevistas que le hicieron durante su trayectoria personal, Cristina comentó que aprendió a escuchar y eso le parecía muy bonito pues le permitía entrar a un mundo distinto. Aseguraba que eso era su pasión, su destino y su vida, contar historias le era fundamental pues desde ahí contribuía de manera positiva a la sociedad. Ella afirmaba que esa labor que desarrolló por años le otorgó alegría y felicidad”, subrayó. Antes de concluir recordaron que entre la obra de Cristina Pacheco destacan “Sopita de fideo”, “Para vivir aquí”, “Limpios de todo amor” y “El Oro en el Desierto”; en materia periodista se enlistan “Testimonios y Conversaciones”, “Zona de Desastre”, “Oficios de México”, entre otros. En literatura infantil, escribió “La chistera maravillosa”, “Eucalipto Ponciano” y “La Canción del Grillo”, entre otros. Además de sus programas Conversando con Cristina Pacheco y Aquí nos tocó vivir.
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FAR