Desde hace meses los pobladores sufren la escasez de agua potable en sus domicilios, a causa de la ineptitud del Ayuntamiento de Muna a cargo de María Eloísa Castro Contreras.
Las tres bombas del líquido con las que cuenta el municipio sufren fallas de manera permanente, pese a que la Alcaldesa sube a redes sociales lo siguiente: “Acciones de mantenimiento y reparaciones a las tres bombas que surten el líquido a la población”.
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Estas se encuentran en la colonia San Sebastián ubicada en la calle 26 con 9; en la colonia Emiliano Zapata en la vía de la 25 con 40 y en la comisaría de San José Tipceh, comunidad sumamente desamparada por la actual administración a la que, incluso le retiró el apoyo del dispensario médico que ahí funcionaba.
Apenas el 26 de febrero pasado, la página de Facebook de la Comuna publicó un mensaje en el que señalaba: “La bomba de agua potable de la Huayín ya se encuentra funcionando correctamente y se ha restablecido el servicio del líquido, gracias a la rapidez de la atención del inconveniente. Con el pago de los servicios que se proporciona el Ayuntamiento continúa trabajando para brindarles mejores servicios”.
Sin embargo, la publicación no corresponde con la realidad que se vive en la localidad, como las colonias de ese sector y muchas otras que aún carecen del líquido en sus viviendas.
Así lo constatamos en la colonia Benito Juárez, donde la habitante Rosalba C. mostró a nuestro reportero las cubetas de agua que se ve obligada a resguardar por días, ante la inadvertida suspensión del suministro, el cual dijo es constante.
Señaló que en diversas ocasiones ha recurrido al Palacio Municipal en busca de ayuda, específicamente para atender un tema médico, pero la respuesta de las autoridades es que no hay recursos ni vehículo para trasladar a alguien.
Costos inflados para robar
De acuerdo con información de la Auditoría Superior del Estado de Yucatán (ASEY), que le fue proporcionada por el propio Ayuntamiento 2021-2024, señaló que la reparación de un arrancador trifásico, marca SIEMS HP 40, con sitio en cambio de contacto de marcha, cambio de relevador de sobre carga, cambio de tornillos, cambio de terminales de las puntas de alimentación del motor y la mano de obra”, costó un total de 26 mil 680 pesos.
POR ESTO! consultó el costo real de un arrancador magnético con las mismas características y el valor máximo de dicho objeto, es decir nuevo, es de 3 mil 350, en un estimado que la mano de obra sea una cantidad similar, el precio de dicha reparación no llegaría ni a los 7 mil pesos.
Otro ejemplo es el concepto de reparación de bomba sumergible que le costó al Ayuntamiento 2 mil 900 pesos, cuando en realidad la bomba nueva vale 870 pesos, es decir, pagaron mil 200 por la mano de obra.
Lo mismo ocurre con el concepto indicado como “pago de cambio de control e interruptor de bomba de agua”, por la que la administración pagó 34 mil 800 pesos, cuando en realidad una caja de control para bomba sumergible de marca reconocida, tiene un precio que varía entre los 600 y 800 pesos.
Si la mano de obra pudo costar el 30 por ciento del costo total, no llegaría ni a 3 mil pesos. Tan sólo para dimensionar, el valor de ese concepto a una planta refresquera peninsular, investigamos que el precio es cerca de 18 mil pesos lo cual lo hace imposible de creer que dicha reparación haya costado lo observado por la Auditoría.
Pese a este robo descarado, el problema de la escasez de agua persiste, debido a lo inflado que están los costos de los materiales y la mano de obra que al parecer intentan comprobar con notas y facturas falsas, pues resulta una conveniente coincidencia que dichas bombas se descompongan cada cierto tiempo, lo cual perjudica a toda la población.
POR ESTO! pudo averiguar que un vehículo de la Comuna, está destinado para uso exclusivo del hijo de la Primera Edil. Esto dicho por los mismos trabajadores del Palacio Municipal que piden guardar el anonimato por su seguridad.
El hijo del matrimonio, conformado por el expresidente Antonio Jiménez Valencia y la actual alcaldesa María Castro, estudia Medicina en un colegio particular de Ticul y para asistir a sus clases el joven es trasladado en un automóvil del Cabildo, el cual lo espera al término de sus clases para regresarlo a Muna.
Esto ha enojado a los munenses, sobre todo a quienes le han negado el apoyo cuando se trata de trasladar a algún enfermo que lo solicita.
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