Una empresa creada apenas el 24 de abril pasado, denominada Alto Comercializadora y Operadora Turística, es el vericueto legal que utiliza Grupo Xcaret para desarrollar su nuevo complejo turístico en el municipio de Santa Elena, cerca de Uxmal, pese al rechazo de grupos ambientalistas locales e internacionales por la deforestación de vasta zona forestal, generación de basura y un elevado consumo de agua que impactará en la zona Sur de Yucatán.
Al menos desde hace 10 años, Grupo Xcaret tiene la vista en esa zona arqueológica, en lo que sería su segunda gran inversión en Yucatán, pues en Valladolid ya desarrolló el parque Xibalbá, que debió abrir desde fines de 2023, pero que fue clausurado por la Profepa a causa de violaciones a leyes ambientes y daño al subsuelo: dinamitó las paredes de cenotes para crear un río subterráneo artificial. Ahora, en este nuevo proyecto en Yucatán, para brincar sus omisiones ante las autoridades federales, usó testaferros para tramitar los permisos de impacto ambiental.
En noviembre de 2021, en el Tianguis Turístico de México en Mérida, Miguel Quintana Pali, director general de Grupo Xcaret, anunció la construcción del parque temático de Uxmal: “es un secreto, pero será una obra grande”, dijo el empresario, quien entonces llevaba siete años de trabajos para adquirir los terrenos en el municipio de Santa Elena.
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El grupo ambientalista Greenpeace pidió a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) no autorizar el proyecto de Santa Elena, pues, alertó, “la urbanización y especulación inmobiliaria afectarán la cultura y biodiversidad de la selva maya”. Con una inversión de 400 millones de pesos, el complejo estará en una zona de influencia del Área Natural Protegida denominada “Reserva Estatal Biocultural del Puuc”, con 746 mil 770 metros cuadrados para la venta de lotes residenciales.
“Este proyecto es incompatible con una política de largo aliento que busque asegurar la preservación y conservación en zonas de valor ambiental en el marco de la crisis climática… Más allá de los riesgos e impactos enunciados en la respectiva Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), su implementación conduciría a un escenario de creciente urbanización y especulación inmobiliaria que contribuirían a grandes afectaciones a la cultura y biodiversidad de la selva maya”, advirtió Greenpeace.
En respuesta, Grupo Xcaret dijo que no ha realizado gestiones para modificar el uso de suelo en esa zona, “en contra de lo que se había informado en algunas publicaciones”. Y, legalmente, no miente, porque el 5 de junio pasado los trámites estuvieron a cargo de “Alto Comercializadora y Operadora Turística”, una sociedad de responsabilidad limitada, la cual se constituyó apenas el 24 de abril ante Notario Público Número 54, Claudia Ivonne Ceballos Pantoja.
Santa Elena tiene el mayor de los récords de calor extremo en Yucatán: 51°C, registrado el 14 de abril de 2014, hace 10 años. Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ahí la temperatura máxima promedio tiene una media de 30 grados Celsius (en diciembre) a 37.4ºC (en mayo), pero ha alcanzado marcas de temperatura máxima extrema de 40 a 51 grados al año. Si la Semarnat autoriza la MIA, Santa Elena perderá entonces un millón 513 mil 92.41 m2 de tierras forestales, que equivalen a 151.30 hectáreas, una superficie que tendrá efectos negativos en el clima, pues se elevará el calor, explicó Greenpeace.
Además, Santa Elena lleva cuatro meses y medio de escasez de lluvia. Según la misma Conagua, el municipio de Santa Elena sufrió de sequía moderada del 1 al 15 de enero de 2024, tuvo lluvias normales del 15 de enero al 15 de febrero, fue anormalmente seco del 15 al 29 de febrero, de nuevo padeció de sequía moderada del 1 de marzo al 31 de mayo, y fue otra vez anormalmente seco del 1 al 15 de junio.
Adicionalmente, aunque no hay cifras por municipio, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) de México informa que en Yucatán ya ocurrieron 18 incendios forestales que consumieron un total de 18 mil 470.83 hectáreas forestales solamente del 1 de enero al 4 de julio de 2024.
Cuando el proyecto entre en operación, con nueve horas por día, se espera que asistan al menos unas 7 mil personas diariamente en una primera fase, que se sumarán a las 16 mil 200 que podrían ocupar los hoteles. De acuerdo con los cálculos de la empresa, se generarían entonces 37 mil kilogramos de residuos sólidos, un promedio de 1.6 kilogramos de basura por persona.
Además, para su operación, se estima generar un volumen de aguas residuales de 5 mil 850 metros cúbicos (m3) por día aproximadamente. Requerirá de 6 mil 500 m3 cada 24 horas para abastecer las áreas de hoteles. Adicionalmente, para los cuerpos de agua artificial, se usaría un volumen inicial de 232 mil para su llenado y diariamente se cubrirán las pérdidas con un volumen de mil 100. El Inegi reporta que, de los 4 mil 220 habitantes de la comunidad maya de Santa Elena, sólo el 50 por ciento tiene acceso al agua potable.
GC
