
El 4 de marzo de 1840, Yucatán declaró su independencia de México debido a conflictos políticos y económicos con el gobierno centralista de la República Mexicana. Este fue un episodio dentro del movimiento separatista yucateco que se desarrolló durante el siglo XIX.
Este día marcó uno de los primeros pasos formales en el camino de Yucatán hacia su separación de México. Aunque no fue la independencia definitiva, reflejó la lucha de los yucatecos por el autogobierno y su resistencia a la centralización impuesta por México.
El 4 de marzo de 1840, en un acto de desafío al centralismo mexicano, Yucatán proclamó su independencia.
Sin embargo, no se trató de una separación definitiva en ese momento. El gobierno yucateco, encabezado por Santiago Méndez y Miguel Barbachano, buscaba negociar con México el restablecimiento del federalismo.
Las tensiones continuaron hasta que en 1841, al fracasar los intentos de reconciliación con el Gobierno de México, Yucatán reafirmó su independencia mediante el Acta de Independencia de Yucatán el 1 de octubre de 1841.
Durante este periodo, Yucatán se consideró una república independiente y hasta diseñó su propia bandera.
En 1848, debido a la Guerra de Castas y la amenaza maya en la península, Yucatán solicitó ayuda al gobierno mexicano y terminó reincorporándose definitivamente a México en 1848-1849.