
El rastro municipal de la localidad de Tixkokob se encuentra en condiciones muy deplorables, a pesar de haber sido inaugurado hace más de ocho años, a un costado del camino hacia la hacienda Kankabchén, con el propósito de sustituir al viejo matadero del pueblo, que operaba en condiciones insalubres, entre sangre y estiércol de los animales sacrificados allí.
“Cuando se construyó el nuevo matadero, creímos que las cosas mejorarían, pero volvimos a la misma situación. Las instalaciones carecen del drenaje necesario para su limpieza y lavado adecuados”, señalaron algunos vecinos del lugar.
Clemente Tuyub, quien recientemente transitó por esa carretera, expresó que pudo observar las pésimas condiciones del nuevo rastro, ubicado entre las hierbas y en pleno monte, lo que le causó pena al verlo en un estado de abandono.
Según se informa, sólo algunos proveedores utilizan el rastro, aunque en realidad no lo usan del todo. Sus trabajadores son los encargados de realizar las matanzas de cerdos o reses, mientras que los proveedores sólo van a recoger la carne en sus camionetas alrededor de las 5:30 horas para llevarla al mercado y ponerla a la venta.
Finalmente, los vecinos expresaron su esperanza de que el Ayuntamiento considere mejorar las condiciones del rastro, ya que de allí proviene la carne que consume el pueblo. Además, comentaron que, en tiempos pasados, había un fiel del rastro encargado de supervisar que los animales estuvieran sanos y libres de enfermedades como la triquinosis, aunque lamentaron que esa figura ya no exista.