Yucatán / Sucesos

El exceso de velocidad con que transitaba el conductor de un tracto-camión al entrar al distribuidor vial del Anillo Periférico y la carretera a Valladolid ocasionó que el vehículo y el remolque que jalaba, con 160 cerdos, se volcara sobre su costado derecho, no sin antes colisionar a un camión que era remolcado por una grúa.

Se trataba de un tracto-camión Freighliner de “Transportes Especializados Gal, S. A. de C.V.”, con domicilio comercial en Polígono Tixcacal Opichén, número económico G-262 y placas 10-AF-7X, que arrastraba un remolque tipo jaula de tres niveles, matrícula 5YP-120-A, en el que transportaba 160 cerdos de entre 300 y 350 kilos cada uno, propiedad de “Kekén”.

Debido a la velocidad inmoderada con la que entró al distribuidor vial y al peso de la carga, el vehículo volcó sobre su costado derecho y se arrastró cerca de 8 metros, cuando derrapaba chocó a un camión Ford F-350, matrícula YU-7172-A, que era remolcado por la grúa AM-08 de “Abimerhi”, ambos vehículos quedaron sobre el camellón.

Cabe señalar que en la glorieta del distribuidor vial se encuentra una base de la Secretaría de Seguridad Pública, donde regularmente se encuentran varias unidades de bomberos, ambulancias y patrullas, por lo que en cuestión de minutos el distribuidor vial fue cerrado a la circulación vehicular, el tracto-camión volcado presentó una fuga de aceite y los bomberos hicieron una especie de represa con aserrín para contener el lubricante y evitar que se esparciera por el arroyo de circulación.

Algunos cerdos se escaparon, pero rápidamente fueron atrapados y regresados a la jaula, según estimaciones de un funcionario de la empresa propietaria de los animales consideraban que el 30 por ciento falleció y un número considerable resultó con lesiones de respeto; el entrevistado comentó que los animales muertos no serían comercializados y los incinerarían.

Un grupo de cargadores, con ayuda de cuerdas, sacaron a los cochinos del remolque volcado y los metían a un camión, el esfuerzo fue considerable porque cada animal pesaba entre 300 y 350 kilos, y cuando los jalaban para meterlos al camión se resistían, pataleaban, gritaban, algunos sangraban, otros se orinaban, los agudos chillidos eran ensordecedores, la situación parecía un caos, pero organizado.

El Comandante José Ignacio Avilés Canul, responsable de la vigilancia del Anillo Periférico, estuvo presente y se encargó de dirigir y organizar a los uniformados que dirigían la vialidad, el chofer del tracto-camión

resultó ileso y fue detenido por los agentes de la SSP.

Al sitio acudió el representante de la compañía de seguros del camión Ford que era remolcado por la grúa de “Abimerhi” y entregó un pase para que el vehículo fuera reparado en un taller elegido por el propietario del automotor.

El oficial Alfonso Canto Canto, perito de tránsito terrestre de la Secretaría de Seguridad Pública, se encargó de tomar nota para la elaboración del informe respectivo, que difícilmente se solucionaría en el lugar del accidente por los daños ocasionados a terceros, los surcos a la superficie de rodamiento y la guarnición del camellón del distribuidor vial.

(Fernando Poó Hurtado)

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