De la Redacción
Frente a un atentado a balazos, vecinos del fraccionamiento Villas Otoch Paraíso, reaccionan y enfrentan a peligrosos delincuentes que salieron huyendo, luego de disparar contra dos domicilios, una falla mecánica o los mismos nervios del conductor, quien era perseguido por la turba a pedradas, no permitió que el vehículo en el que pretendían escapar encendiera, por lo que tuvo que ser abandonado a una calle donde testigos en su mayoría niños, refirieron que se escucharon alrededor de 30 disparos; la Policía Municipal luego de señalar que se trataba de un punto de venta de droga, justificaron el hecho como “una advertencia para quienes ahí habitan”, por lo que quitaron su acordonamiento y se enfocaron en el vehículo dañado.
Los hechos ocurrieron poco después de las 20:00 horas, cuando dos sujetos quienes testigos mencionan llegaron portando armas largas, ingresaron a pie a uno de los andadores de la calle Margaritas, manzana 105 lote 18, del fraccionamiento Villas Otoch Paraíso, Región 259, y al encontrarse a escasos metros de un domicilio, el cual refieren es un punto de venta de droga, comenzaron a disparar causando daños no solo en el que era su blanco, si no también contra un domicilio aledaño, el cual sufrió daños en la fachada y ventanas, la gente que se encontraba en los alrededores comenzó a ingresar a sus hogares y otros corrieron en medio de los pasillos con el temor de que los sujetos los fueran a seguir, pero el temor no duró mucho y apenas cesaron los disparos, la gente comenzó a tomar piedras y gritando siguieron a los sicarios, quienes cruzaron la calle y llegaron hasta la esquina de la manzana 106, donde habían estacionado un vehículo, mismo en el que pretendían escapar, pero no pudieron encenderlo y al tener a los vecinos encima de ellos roqueándolos, decidieron continuar a pie.
La Policía Municipal tuvo conocimiento de lo que estaba sucediendo, sin embargo, reaccionaron tarde, ya que al llegar, los sujetos ya se habían dado a la fuga corriendo, pero eso si al bajarse de sus patrullas enseguida comenzaron a acordonar la zona del estacionamiento para evitar que la gente ingresara al corredor, mientras ellos averiguaban que era lo que había pasado, así como la avenida Margaritas donde quedó el vehículo dañado, y tras unos minutos donde uno de los departamentos baleados fuera señalado como punto de venta de droga, quitaron sus cintas, ya que para ellos el atentado fue una reacción al tipo de actividades ilícitas que se cometen ahí, por lo que fue “un hecho más”.
Los sujetos, quienes portaban armas largas, no pudieron ser localizados en las inmediaciones, ya que tuvieron tiempo de sobra para poder perderse, y más cuando el auto, el cual se encontraba con daños por las piedras arrojadas directamente contra el parabrisas captó toda la atención de las autoridades, quienes lo resguardaron hasta que con apoyo de una grúa fue retirado del lugar para ponerlo a disposición de la autoridad correspondiente.
En todo momento, los vecinos seguían los movimientos de los uniformados, principalmente niños, quienes entre ellos daban su testimonio de lo que pasó por sus mentes e incluso, cómo reaccionaron ante la balacera, cuyas detonaciones ya distinguen del ruido de fuegos pirotécnicos o algún ruido similar, “a mí, mi papá me gritó tírate al suelo”, “yo corrí a buscar a mi mamá que salió a la tienda”, “mi hermana y yo nos metimos debajo de la cama cuando escuchamos los disparos”, “me dio mucho miedo” “yo venía de la tienda y cuando escuche y vi a todos correr, me metí debajo de aquel carro”, por fortuna ninguno resultó herido.