El programa para la prevención de conductas sociales y delictivas “Adolescente Prevenido”, con el que cuenta la Dirección de Prevención del Delito de la Fiscalía General del Estado, ha beneficiado cerca de 8,711 adolescentes y padres de familia.
El programa, que tiene como objetivo proporcionar las herramientas necesarias para prevenir conductas ilícitas y fomentar lineamientos que impidan la comisión de delitos en los adolescentes, ha llegado a 25 municipios del Estado, contado también con las comisarías de Mérida.
Estos resultados han sido el esfuerzo no sólo del compromiso de la Fiscalía para crear en la sociedad una cultura de la prevención del delito, sino que también han sido gracias al apoyo que instituciones como INDEMAYA, CONAFE y CDI, preocupadas por el bienestar y seguridad de los menores de edad, han hecho que el programa se difunda en diversos puntos del territorio yucateco.
Este año se inició también el trabajo coordinado con la Vicefiscalía Especializada en Justicia para Adolescentes, donde los adolescentes que han incurrido en delitos menores por primera vez son turnados a la Dirección de Prevención para asesorarlos sobre las consecuencias que tendrían si reinciden en estas conductas, así mismo es importante que los menores acudan con sus padres o tutores para que también ellos escuchen y puedan orientar y apoyar a sus hijos a superar esas conductas.
En las cesiones se les explica que los delitos que comúnmente se cometen a esa edad son diversos como: la asociación delictuosa, riñas, amenazas, lesiones, robo, daño en propiedad ajena, delitos sexuales, por mencionar algunos.
Con todo esto la Fiscalía siempre ha procurado mantener tanto a los adolescentes como a los padres de familia informados acerca de estos temas y a donde recurrir para recibir ayuda y asesoría legal.
El programa, que por lo general se imparte en escuelas secundarias y preparatorias, invita a los chavos a ser asertivos en tomar sus decisiones, les otorga información acerca de los factores de protección para prevenir conductas ilícitas como el realizar actividades positivas, cumplir con los horarios que les fijen en casa, valorar si el grupo de amigos al que pertenecen resulta beneficioso o dañino para su desarrollo personal.
Se trabaja paralelamente con los padres de familia, enseñándoles a detectar los focos rojos en las conductas de sus hijos y la importancia de aplicar los valores en su núcleo familiar, tener siempre con sus hijos una comunicación afectiva, mostrándoles que hay disciplina en el hogar, haciendo que los adolescentes se sientan seguros y en confianza para platicar con ellos.
Se espera que éste ciclo escolar “Adolescente Prevenido” llegue a la mayor parte de las secundarias y preparatorias del Estado.
(Armando Gamboa Romero)