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Yucatán / Sucesos

Abuelita fallece delante de su pequeño nieto

Falleció doña Rita, una señora de la tercera edad que habitaba en el predio número 447-B de la calle 25-Diagonal del fraccionamiento Ciudad Industrial; la difunta era muy apreciada por los vecinos y comentaban que ayer sábado por la mañana salió de su casa y saludó a sus amistades, pero alrededor de las 10 un niño de aproximadamente 8 años, quien habita en el domicilio, pidió ayuda porque su abuela se había caído y no podía levantarla.

Los vecinos acudieron al predio y al percatarse que doña Rita tenía el pulso muy bajo, llamaron al número de emergencia, pero cuando llegaron los paramédicos la mujer ya no tenían signos vitales, había fallecido.

En respuesta a la llamada de auxilio por parte de las vecinas acudió al domicilio el oficial Bacab, responsable de la patrulla 6205 de la Secretaría de Seguridad Pública, quien constató que había una persona de la tercera edad tirada en el piso.

Luego arribo la ambulancia Y-17 de la SSP, los paramédicos Isaac Antuna y José Moo intentaron tomarle los signos vitales a la dama con un equipo de monitoreo cardiaco, pero el esfuerzo fue inútil, doña Rita estaba muerta, y poco después los socorristas se retiraron, el oficial Bacab se encargó de dar aviso para que acudieran las autoridades correspondientes.

Cabe señalar que el domicilio tiene en la fachada una placa que dice “Familia Herrera Marín”, sin embargo, las vecinas ignoraban los apellidos de la difunta, pero le avisaron por teléfono a don Manuel, su cónyuge.

Los vecinos señalaban que no permitirían que el personal del Servicio Médico Forense se llevara el cadáver y que si era necesario harían una colecta para pagar los servicios de una funeraria, argumentaban que la difunta desde hace tiempo tenia problemas estomacales, que debido a la diarrea estaba deshidratada y se quejaba de dolores abdominales.

El cuerpo quedó boca arriba, a un lado de un refrigerador, el mobiliario del predio estaba en orden y el cadáver no tenía heridas visibles ni huellas de violencia, esperaban a que llegara el cónyuge de la fallecida para que realizara los trámites respectivos para que dispensaran la necropsia.

(Fernando Poó Hurtado)

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