En un hecho inédito para el Instituto Nacional de Migración de Yucatán, un juez federal concedió el amparo en favor de dos extranjeras de nacionalidad colombiana que estaban siendo deportadas a su país de origen. Todo ocurrió el ocho de agosto del año en curso, cuando en una cacería de extranjeros, la policía migratoria acudió a un sport bar del centro de esta ciudad de Mérida, y detuvo a cuatro extranjeras, a quienes las encerró en la Estación Migratoria de Mérida, una semana después le otorgó la libertad a dos de ellas por estar regulares en el país, quedando dos de éstas alojadas en la Estación Migratoria de Mérida.
Mientras pasaron los días las extranjeras encerradas cuyos datos son reservados K.C.L.B. y A.M.G.B. sufrieron misoginia por parte de las servidoras públicas de dicho instituto, que está a Cargo de la Licenciada Elisa Masquef, además de incomunicación, tortura psicológica, malos tratos y violaciones graves a su proceso ya que no les permitieron tener un abogado, ni mucho menos ofrecer pruebas, para otorgarles el derecho a la regularización en el país.
El día quince de agosto del año en curso, bajo engaños las dos extranjeras, fueron trasladas vía aérea hasta la ciudad de México para ser enviadas a Colombia, pero un Juez federal ordenó no se lleve a cabo su deportación hasta analizar el procedimiento migratorio, por lo que las extranjeras fueron regresadas en avión de nueva cuenta hasta la ciudad de Mérida, en tanto se resolvía su proceso.
Después de casi cinco meses y una larga espera, el Juez federal de amparo concedió la protección de la justicia federal a favor de las extranjeras, ordenando al Instituto Nacional de Migración de Yucatán, deje sin efectos la deportación señalada por encontrar violaciones graves al debido proceso y a los derechos humanos de cada una de ellas, se abrió carpeta de investigación en la Fiscalía General de la República en contra de los servidores públicos de dicho instituto.
Hoy día, las extranjeras de nacionalidad colombiana ya se encuentran en libertad. Mientras tanto continúan las quejas por parte de los alojados por los malos tratos que reciben por parte del Instituto Nacional de Migración, tanto de los privados de libertad como las personas que acuden a realizar sus trámites en las ventanillas de atención.