Alcohol, juventud y exceso de velocidad fueron los factores que se combinaron para que el conductor de una camioneta Explorer perdiera el control del volante, se estrelle contra el muro de un predio, el cual prácticamente destruyó, para que luego, debido al brutal impacto, el vehículo de color rojo, matrícula YT-6789-B, gire y vuelque sobre su costado derecho, pero en sentido contrario al que circulaba.
Ayer por la tarde, alrededor de las 15:00 horas, se registró un accidente de tránsito cuando un joven al volante de una camioneta transitaba sobre la avenida Cupules y luego de pasar los semáforos del cruce con la calle 60, donde al parecer pisó a fondo el acelerador para ganarle al semáforo, debido al exceso de velocidad y a que se encontraba en estado inconvenientes, el muchacho perdió el control del volante y se fuera a su izquierda, recorriendo unos 20 metros y proyectándose contra el muro de un predio.
Tras el brutal impacto, la camioneta derribó el enverjado y tiró una banca de metal, además de la puerta de entrada al jardín de la casa marcada con el número 502-A; los dueños salieron todos asustados al escuchar el ruido del accidente y encontrarse con su predio todo dañado.
El conductor y su acompañante, ambos alcoholizados, fueron detenido y subidos a una unidad policíaca, para luego ser trasladados a la cárcel pública por daños a las vías de comunicación y lo que resulte.
Afortunadamente saldrán de su arresto justo para festejar el Año Nuevo y seguir la fiesta. El chófer de una grúa del servicio particular se encargó de retirar del sitio del hecho vial el vehículo, que puso de nuevo sobre sus cuatro ruedas.
El propietario del inmueble destruido indicó recién habían remodelado su casa y para finalizar exclamó: “¡Ya se metió en un lío este muchacho, estaba tomado!”.
(Luis Tamayo / Darvin Canché)