Una mujer de Oxkutzcab llegó al nosocomio con su hijo en brazos, gritando que se estaba muriendo / Luego la dama notó que su muchacho ya había fallecido, salió del lugar y se sentó frente al área de urgencias, con el cuerpo en sus brazos, donde lloraba amargamente / El extinto tenía parálisis cerebral, padecía neumonía y apenas pesaba 25 kilos
Joven de 18 años de edad, con parálisis cerebral, es cargado en brazos por su madre, muerto, luego de salir del Hospital Agustín O’Horán, a donde acudió a urgencias la mujer, solicitando ayuda porque su hijo estaba falleciendo y luego de pasar de la sala de urgencias, hasta llegar a donde estaban las enfermeras, con la misma dio vuelta diciendo que ya nada se podía hacer y salió a la calle.
A unos metros de la sala de urgencias se sentó con su hijo en brazos, ya sin vida. El difunto se llamaba Eleazar Emmanuel Dzib, tenía 18 años de edad, nació con parálisis cerebral y llegó de Oxkutcab con una hoja de alta voluntaria del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), firmada por su madre y pensando tal vez que era una hoja de traslado o admisión al Hospital O’Horán.
El extinto sólo pesaba 25 kilos y tenía diagnóstico de neumonía del IMSS, además de que estaba contracturado y desnutrido.
Llevándolo en brazos, su madre entró corriendo y gritando en urgencias que se moría y luego de atravesar la sala y llegar con las enfermeras regresó con la misma y salió, en lugar de seguir los procedimientos de admisión para su atención inmediata.
Como la afligida mujer salió corriendo con la misma a la calle, ya nadie tuvo tiempo de atenderla. Algunas personas decían que le negaron la atención médica en el hospital y que murió como a los cinco minutos de que la señora salió del nosocomio.
La madre del difunto no contaba con dinero para regresar a su pueblo y sólo quería para su pasaje para poder llevarse a su hijo para velarlo y darle cristiana sepultura. El sitio fue acordonado con cinta amarilla por la policía mientras entrevistaban a la señora, que mantuvo siempre entre sus brazos a su hijo fallecido. Las escenas eran dramáticas.
(Luis Tamayo Mendicuti)