Cinco vehículos chocaron por alcance en el carril exterior del Periférico, a la altura del kilómetro 23. El percance sólo dejó daños materiales, sin reportarse personas lesionadas.
Graciela Angulo conducía un Nissan Versa de color negro, placas YWR-322-A, sobre el carril exterior del Periférico y al pasar sobre el kilómetro 23, justo frente a una empresa de vidrios, frenó intempestivamente para no impactar a un vehículo adaptado.
Sin embargo, al realizar esta maniobra, el coche de la dama fue impactado por una camioneta Duster Renault, color plata, matrícula YYP-122-A, cuyo guiador no guardó su distancia de seguridad.
Pocos segundos del primer impacto, la Duster fue chocada por una camioneta Dodge RAM, rojo, matrícula YT-3012-A, que a su vez fue golpeada por un Peugeot 301, color gris, placas YWX-845-C.
Finalmente, el Peugeot fue impactado por una camioneta de lujo GMC Terrain, negra, del año, con matrícula ZBZ-783-B.
Los cinco vehículos quedaron prensados por el frente y por detrás sobre el carril central del periférico, provocando caos vial y riesgo a ser nuevamente impactados.
El responsable de la patrulla 6004 de la Policía Estatal, asignada a la vigilancia del Periférico, rápidamente se detuvo detrás de los vehículos siniestrados y colocó conos preventivos para evitar otro percance.
El uniformado verificó el estado en el que se encontraban los conductores, mientras dos patrullas de la misma corporación cerraron el carril de baja velocidad, para que los conductores pudieran mover sus vehículos al acotamiento ubicado a unos metros.
El Nissan Versa quedó con una fuerte abolladura en la fascia trasera, así como en la tapa de la cajuela; la Duster con daños en la fascia trasera y delantera; la camioneta Dodge con el cofre abollado, faros delanteros rotos y fascia trasera abollada; el Peugeot con golpes y abolladuras al frente y por detrás; la GMC con un gran golpe al frente.
La conductora del Versa manifestó al oficial de tránsito que ella nunca se imaginó la magnitud de frenar intempestivamente, pero lo tuvo que hacer para no dañar a un discapacitado que circulaba en su vehículo adaptado y que además pudo observar que no tenía casco ni ningún elemento de seguridad, por lo que pidió frenar y evitar dañarlo.
Los conductores, evidentemente molestos por los daños ocasionados en sus vehículos, aceptaron su responsabilidad, llamaron a sus aseguradoras y se fueron del lugar de los hechos.
(Melly Manzanero)