Tras el conato de bronca por un desalojo que se pretendió realizar la mañana del jueves en la colonia Héctor Pérez Martínez, entre familiares que se disputan una propiedad, el afectado por la orden de lanzamiento ganó un amparo federal para evitar el desalojo. Cabe destacar que elementos policiacos tomaron parte activa en la orden de desahucio, a pesar de este amparo.
El desahucio comenzó cerca de las 09:40 de la mañana del jueves, cuando unos 7 policías municipales acompañaron a un actuario al domicilio localizado sobre la calle 37 entre 50 y 50 de la colonia Héctor Pérez Martínez, para llevar efecto el desalojo.
Sin embargo, debido a que los vecinos no estaban de acuerdo con el hecho, pues según esto se trataba de una injusticia, ahí se registró un conato de bronca que desembocó en una fuerte movilización policíaca, pero mientras los agentes se ocupaban de esta acción dejaron en las manos de la delincuencia al resto de la Isla.
Además, cerca de cuatro camionetas del sindicato de 16 de Julio con cinco cargadores comenzaron a sacar las cosas del interior de la casa y las subieron a sus unidades, ya que ellos la trasladarían a una bodega para resguardo.
Pasados unos 20 minutos, al lugar de los hechos se hicieron presentes los afectados junto con una abogada, la cual mostró a los policías un amparo de carácter federal, del expediente 344/13-2014/2C-ll.
Los agente al ver el papel omitieron la orden que contenía el documento, y sin importarles nada hicieron una valla para evitar que los vecinos y los presuntos afectados, quienes se identificaron como Luis Enrique Zavala Magaña, Ismael Zavala Magaña, Gersumina Zavala Magaña, Flora Zavala Magaña, Omar Zavala Magaña y Eliana Del Carmen González de la Cruz, se interpusieran al lanzamiento.
Pero al ser un amparo con carácter federal, los policías en el sitio se vieron forzados a abandonar a la actuaria y a los que se adjudicaban el predio a través de una supuesta compra mediante remate.
Posteriormente la ciudadanía obligó a que los cargadores devolvieran las pertenencias a los hermanos Zavala Magaña, y que además las ingresaran nuevamente a la vivienda.
El pleito por la propiedad continuaba hasta la mañana de ayer, pues una mujer a la que identificaron como América Zavala Magaña alegaba que ella era la propietaria del terreno, ya que mediante una licitación que ella ganó en una subasta, realizada por la Casa de Justicia hace algunos años, pagó 364 mil pesos en efectivo y no estaba dispuesta a permitir que sus hermanos se quedaran con lo que ella considera era su propiedad, a pesar de que el resto de los hermanos habían acordado que el inmueble debía pertenecer al hermano que cuidó hasta el final de sus días a sus padres enfermos.
(Texto y fotos: Ricardo Jiménez)