De la Redacción
Se acrecienta la violencia contra mujeres en Cancún, el día de ayer salieron a la luz tres casos de violación entre ellas el de una menor de 13 años de edad, la cual fue atacada por su padre, los hechos ocurridos en distintos puntos de la ciudad, dos de ellos por sujetos desconocidos, enciende focos rojos, ya que los responsables continúan prófugos y se presume sean reincidentes.
Uno de los casos se dio a conocer cuando una joven estudiante de 20 años de edad, fue trasladada a una clínica particular por sus familiares, ya que, luego de asistir a una fiesta en la playa con unos amigos, fue atacada al interior de los baños por dos sujetos, la joven trató de defenderse, sin embargo, fue ultrajada y al salir llegó a su casa, mencionando a sus familiares lo sucedido por tal motivo fue llevada a una clínica y fue el mismo personal, quienes dieron parte a las autoridades.
Otro caso ocurrió en las inmediaciones de las Supermanzana 66, cuando una joven se dirigía a su trabajo y mientras caminaba cerca de donde se encuentran las antiguas instalaciones del Hospital General, fue sometida por un sujeto quien la cubrió de la nariz y la boca, al parecer el sujeto utilizó algún químico para dormirla, ya que la mujer al despertar se encontraba en un lugar abandonado completamente desnuda y con huellas de haber sido ultrajada, la mujer no supo cuánto tiempo pasó y tampoco si solo se trató de un hombre, por lo cual dio parte a las autoridades.
El tercer hecho ocurrió en las inmediaciones del fraccionamiento Villas Otoch Paraíso, donde al parecer dos menores de edad comparten el techo con un pederasta. De acuerdo a lo que una menor de 13 años de edad comentó a las autoridades, fue que la noche del pasado miércoles su padre le pidió que lo acompañara a ver a un amigo y mientras caminaban, el hombre metió a su hija a un callejón, pero la menor la cual no saben si ya anteriormente ha sido ultrajada por su padre o simplemente su comportamiento del hombre la hizo sentir miedo.
Seguidamente tomó una piedra y cuando el hombre la tomó por la cintura ella no dudó en golpearlo con la piedra en la cabeza y comenzó a correr sin rumbo fijo hasta que encontró a unas personas a quienes les comentó lo que pasaba, temiendo por su hermana de ocho años, que llevó a los vecinos hasta su hogar donde esperaron a los policías, siendo personal del Grupo Especial de Atención a Víctimas de Violencia Familiar y de Género (GEAVI), quienes se hicieron cargo de las menores, las cuales se quedaban al cuidado de su progenitor debido a que la mamá trabaja.
En ninguno de los tres casos hubo detenidos, pero las autoridades ya investigan para dar con su paradero.