CAMPECHE, Cam., 21 de septiembre.- Aarón R.P., lavador de coches, fue ultimado por su compañero, quien es un adolescente, la mañana de ayer cuando ambos manipulaban el arma de fuego que sacaron de un vehículo que les llevaron a limpiar en Drive-Car, ubicado en el barrio de Santa Ana.
Ante el homicidio, personal ministerial, de nueva cuenta y con toda prepotencia, acordonó el área y cerró el paso a peatones y automovilistas en la calle Costa Rica. Por los hechos fue asegurado J.J.M.R., de 13 años de edad, y un adulto testigo de lo ocurrido.
La víctima, conocida con el nombre de Aarón, recibió el disparo fulminante en el pecho, de una pistola nueve milímetros; el propietario del arma, presuntamente agente policiaco o escolta de un funcionario, tenía permiso de portación y la habría dejado al interior de su estuche y debajo del asiento del conductor.
Cerca de las 10:00 horas de ayer, una persona del sexo masculino condujo su vehículo Volkswagen, Jetta negro, con placas del Estado de Campeche, al lavadero de la calle Costa Rica.
Entre la avenida República y calle Coahuila ingresó al patio del lavadero de vehículos, dejó las llaves y solicitó el servicio completo para después retirarse.
Aarón, de entre 20 y 25 años de edad, el adolescente y otro sujeto iniciaron su labor, cuando dieron con la maleta, la cual abrieron encontrando el arma de fuego tipo pistola.
El joven hoy occiso y el menor empezaron a manipularla y a encañonarse mientras su otro compañero salió del local y fue a una tienda cercana a comprar un refresco, en donde informó al comerciante sobre el hallazgo y vaticinó que sus amigos se matarían.
Fuentes no oficiales revelaron que tanto Aarón como el adolescente habían tenido problemas anteriores por las propinas, en esa ocasión habían discutido, mientras que otra versión indicó que seguían jugando, cuando el menor le disparó.
La detonación sonó tan fuerte que los vecinos creyeron que se trató de la explosión de un compresor, por lo que dieron aviso al número de emergencias del C-5, solicitando la intervención de los bomberos, quienes llegaron y se encontraron con la escena del crimen, por lo que se retiraron.
Al llegar los elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP), el adolescente aún empuñaba el arma de fuego; los agentes le ordenaron soltarla para someterlo. Lo aseguraron junto con su otro compañero, mientras solicitaban la intervención de los paramédicos de la Cruz Roja.
Al llegar los socorristas confirmaron el deceso, el impacto había sido fulminante y mortal. La zona fue acordonada por los agentes de la PEP; la novia y familiares de la víctima llegaron, sufriendo de crisis nerviosa la fémina.