Canadiense asesinó a su esposa francesa en el predio donde vivían desde hace tres años, que recién terminaron de remodelar en diciembre pasado.
De acuerdo con datos obtenidos entre vecinos y autoridades, el canadiense Jean Paul, alrededor de las 10 de la mañana de ayer, salió gritando “murió Henrietta, murió mi esposa”, por lo que entró a un negocio pidiendo ayuda.
Sin embargo, lo que les llamó la atención fue que el extranjero tenía las manos y ropa manchadas de sangre.
Continuando con su relato, los vecinos señalaron que el dueño de una lavandería, ubicada a unas dos cuadras de donde ocurrieron los sangrientos hechos, llamó a la policía, por lo que el sitio no tardaron en llegar varias unidades de la SSP, así como de la Policía Municipal y de la Policía Estatal Investigadora (PEI)
En cuanto el asesinato fue corroborado, el extranjero fue detenido por la policía, pues fue señalado como el principal sospechoso y presunto homicida.
El cuerpo de la mujer fue encontrado en la planta baja del predio, tendida en el suelo, cubierta con una sábana blanca, con un cable en el cuello y heridas infringidas con arma blanca.
A las 11 de la mañana la Policía Municipal cerró al tránsito vehicular y peatonal el acceso a la calle 69 desde la 74 hasta la calle 76, donde se ubica el predio marcado con el número 580-E, mismo donde ocurrió el trágico homicidio.
Jean Paul, de aproximadamente 76 años de edad, en ningún momento intentó darse a la fuga, “es como si no se hubiera dado cuenta de lo que hizo”, mencionaron los entrevistados.
Los vecinos también señalaron que no era la primera vez que Jean Paul perdía la noción de la realidad, pues aparentemente tiene deterioradas sus facultades cognoscitivas. Incluso ayer, en un momento dado señaló que no sabía qué había ocurrido en su casa.
Información extraoficial señala que no hay evidencias de robo o entrada forzada al inmueble, pues todas las cosas estaban en completo orden.
De igual forma, trascendió que Jean Paul, en un momento fuera de cordura, primero asesinó a su esposa con un cable, luego, al darse cuenta de lo que hizo, cubrió el cuerpo con una sábana, pero de nueva cuenta perdió la noción de la realidad y literalmente cosió el cuerpo sin vida de su mujer a puñaladas; otra vez volvió en sí y, asustado, salió a la calle gritando que Henrietta había muerto.
Las autoridades recuperaron un cuchillo con múltiples manchas de sangre, entre otras evidencias.
Personal de la Fiscalía General del Estado se encontraba en el sitio laborando cuando arribó el Servicio Médico Forense, que se estacionó unos metros antes de la casa, esperando que los peritos en criminología terminarán de recabar evidencias, por lo que a las 5:44 de la tarde pegó la camioneta del Semefo, se echó en reversa a la entrada de la casa, para luego abrir sus puertas.
Entonces los policías, a solicitud del responsable de la investigación, procedieron a ponerse como una barrera humana para evitar que se tomen fotos del cuerpo embolsado, cuando era sacado y trepado a la unidad forense, que a las 5:46 se retiró del sitio de los hechos para trasladar el cuerpo de Henrietta M., de aproximadamente 80 años, a la morgue para la necropsia de ley.
Mientras tanto, la casa siguió acordonada y con una patrulla cerca, asimismo la calle continúo cerrada al tráfico vehicular.
Por último, los vecinos mencionaron que los “gringuitos”, como le decían de cariño a la pareja, aunque no eran procedentes de Estados Unidos, eran muy tranquilos y que a una persona joven de enfrente de su casa le compraron un triciclo para que trabaje e incluso le mandaron pintar su domicilio.
Ahora corresponderá a las autoridades aclarar los hechos que originaron la muerte de la mujer.
(Luis Tamayo / Darvin Canché)