De la Redacción
CHETUMAL, 2 de enero.- Los delincuentes iniciaron el año dando un golpe de 100 mil pesos en un domicilio ubicado en la colonia Brisas, de donde hurtaron alhajas y tres equipos de cómputo nuevos. En tanto, los agentes ministeriales de la Fiscalía General del Estado y su titular Óscar Montes de Oca Rosales disfrutan de sus permanentes vacaciones.
En la calle Elizabeth casi con avenida Universidad, un domicilio fue atracado por bandoleros mientras la propietaria del inmueble se encontraba trabajando, la mujer observó los hechos al llegar a su propiedad durante la tarde.
Cuando la femenina solicitó ayuda al número 911, los centralitas dieron aviso a los policías motorizados, quienes acudieron al suceso en menos de tres minutos, ya que se encontraban establecidos en la Megaescultura, por lo que los agentes de la policía revisaron la propiedad debido a la sospecha de los vecinos de que los ladrones aún se encontraban en el interior.
Una vez que fue asegurada la vivienda y revisados los alrededores, la agraviada se comunicó al 911 para pedir nuevamente la presencia de la Policía Ministerial, quienes les informaron que no acudirían debido a que los agentes se encontraban de vacaciones. En una segunda llamada, las operadoras de emergencias le dijeron a la agraviada que otra mujer llamó para cancelar el auxilio.
Mientras que los policías se comunicaron con su central para preguntar por la Policía Ministerial, quienes respondieron que acudieron, pero no encontraron a nadie y se retiraron, lo cual evidentemente era mentira, ya que la policía y la agraviada se encontraban ahí en todo momento.
La tercera vez que llamó la afectada fue invitada para que acudiera a interponer su denuncia formal en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado ante un fiscal del Ministerio Público.
Cabe mencionar que los delincuentes se llevaron de la propiedad tres equipos de cómputo y alhajas, además de dañarla, siendo que el botín fue valuado en aproximadamente 100 mil pesos.
Resulta necesario recordar que en días pasados, una mujer que sufrió un ataque sexual no pudo denunciar su agresión porque los empleados de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Contra la Mujer y por Razones de Género se encontraban de vacaciones y tenían cerradas sus oficinas.