Nadie pudo salvarlo, murió quemado dentro de un cuarto de su casa, en el fraccionamiento Granjas, a pesar de los esfuerzos de policías y bomberos de la Secretaría de Seguridad Pública.
Ayer, un incendio acabó con la vida del señor Carlos E. Torres L., quien se encontraba dentro de su cuarto cuando se originó el fuego por razones hasta el momento desconocidas, ya que se ignora si se trató de un cortocircuito, una veladora e incluso el mismo sujeto, que en un descuido, involuntariamente hubiera podido provocar las llamas.
Las lenguas de fuego corrieron por tres cuartos hasta llegar a otras piezas de la casa, cuando la policía llegó al sitio ante la llamada de auxilio, fueron los mismos vecinos quienes les indicaron que adentro se encontraba un señor de edad avanzada en uno de los cuartos.
Con la información, los policías intentaron ingresar a la casa, pero está tenía llave, por lo que rompieron los vidrios y forzaron la cerradura, logrando sacar a una tercia de canes, pero cuando quisieron avanzar hacia los cuartos las llamas y el humo se los impidió.
Sin embargo, ya habían llegado los bomberos, que lanzaron chorros de agua sofocando el fuego, por lo que pudieron entrar al inmueble, pero ya nada se pudo hacer, don Carlos fue presa de las llamas que lo calcinaron.
Al poco tiempo arribó al predio marcado con el número 511 de la calle 50 entre 51 y 53 de Granjas la señora Karla Torres L., que al enterarse de la horrible muerte de su progenitor sufrió una crisis nerviosa, por lo que tuvo que ser atendida.
Un elemento policíaco tuvo que ser auxiliado, pues en su intento de salvar al hombre se intoxicó con el humo generado por el incendio.
A las 8:40 de la noche arribó al sitio personal del Servicio Médico Forense, que esperó que elementos de criminología terminaran de recabar todas evidencias sobre los hechos, para luego poder realizar el levantamiento del cuerpo para trasladarlo a la morgue para la necropsia de ley.
Se pudo averiguar entre vecinos que el señor estaba enfermo, ya que padecía esquizofrenia y se había quedado sólo en la casa.
(Luis Tamayo Mendicuti)