Un conductor destrozó su automóvil en la carretera estatal Dzidzantún-Cansahcab, quien, al parecer, estaba en estado de ebriedad, lo que probablemente ocasionó que perdiera el control del volante, pasada la medianoche del sábado.
De acuerdo con datos obtenidos, Alejandro B. manejaba un Volkswagen línea Vento en la mencionada vía, pero perdió el control del volante, el compacto se salió de la carpeta de rodamiento y avanzó varios metros dentro de la, malezay las piedras, hasta que detuvo su marcha al impactarse contra los troncos de unos árboles.
Otros conductores que pasaban por el sitio se detuvieron para averiguar si podían ayudar e hicieron el reporte a las autoridades policiacas, a través de los números de emergencia. Acudieron elementos de la Policía Municipal de Dzidzantún y Cansahcab.
También arribaron técnicos en urgencias médicas, quienes proporcionaron los primeros auxilios al conductor, quien estaba en visible estado de ebriedad, pero solo resultó con golpes leves, así que no requirió ser trasladado a un hospital.
El automotor acabó completamente destrozado en la parte frontal, así que quedó como pérdida total. Los uniformados delimitaron el área, en espera de los peritos de tránsito para las diligencias respectivas para el deslinde de responsabilidades.
Antes de ser trasladado a la comandancia policiaca, el automovilista se comunicó con la aseguradora, para que se hiciera cargo de las diligencias correspondientes. Los uniformados se mantuvieron en el área asegurada, en espera de la llegada del ajustador, para que evaluar los daños ocasionados y ver si procede la aplicación del deducible, ya que por el estado etílico del sujeto, será difícil que proceda la aplicación del seguro vehicular.
Momentos después arribaron conocidos del conductor para hacerse cargo de las diligencias y estar pendientes el procedimiento con la aseguradora. Los policías trasladaron al implicado en el accidente para que respondiera por los daños ocasionados en la infraestructura carretera si los hubiera.
Además, tendrá que afrontar probablemente algunas horas en la cárcel, por manejar un automotor en estado de ebriedad, lo que está penado por la ley, así como el pago de las respectivas multas que resulten.
Terminadas las diligencias periciales y la intervención de la aseguradora, el operador de una grúa del servicio particular se encargó de sacar el compacto de entre la maleza para trasladarlo a un taller, para que se decida lo que pasará con él, ya que los desperfectos fueron de bastante consideración, de modo que lo más probable es que no podrán rehabilitarlo. Llevaba al menos un mes que no ocurría percance alguno en ese tramo, donde muchos transitan con exceso de velocidad, a pesar de las curvas.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
NM