Yucatán / Sucesos

Los cuatro presuntos sicarios detenidos por la muerte del empresario regiomontano José Ángel D.B., fueron imputados y permanecerán en prisión preventiva en Mérida

Al parecer, la muerte del empresario regiomontano José Ángel D.B., a quien balearon en la Plaza Royal Campocielo, ubicada en la confluencia del Parque Industrial y Dzityá, la madrugada del domingo, se debió a un ajuste de cuentas.

Las autoridades avanzan en las investigaciones y la noche del viernes se informó que fueron detenidos cuatro individuos implicados en el homicidio. La orden de captura la cumplieron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), adscritos a la Policía Estatal Investigadora (PEI), en coordinación con representantes de la Fiscalía General del Estado (FGE).

Ayer fueron presentados ante un Juez de Control para ser imputados por los delitos de homicidio calificado y encubrimiento. Homicidio calificado y encubrimiento fueron los delitos que les imputaron a cuatro sujetos durante prolongada audiencia en el Juzgado Segundo de Control del Primer Distrito, en el Centro de Justicia Oral de Mérida (Cejom), que inició a las 8:30 horas y concluyó después de las 16:00 horas.

Dos de los detenidos, identificados como Joel M.N., alias “Mainor”, de 32 años de edad, originario de Baja California; y Edgar Paúl V.R., con el sobrenombre “Slippi”, de 33 años, originario de Acapulco, Guerrero, afrontarán la acusación de homicidio calificado. A su vez, Ramón B.R., de 36 años de edad, de Guadalajara, Jalisco; y Miguel A.C., de 26 años, de Oaxaca, se les fincó la responsabilidad de encubrimiento.

Durante la audiencia, tanto en el área del Centro de Justicia Oral de Mérida (Cejom) con frente al Centro de Readaptación Social (Cereso) se puso en marcha un fuerte operativo de vigilancia, ante la peligrosidad de los implicados en el crimen.

El viernes se cumplieron las órdenes de aprehensión contra los ahora imputados. Ayer, los fiscales solicitaron la vinculación a proceso de los encausados, pero se acogieron a la duplicidad del término legal para resolver su situación jurídica, así que se citó a las partes interesadas para reanudar la audiencia el próximo 25 de septiembre.

Con base en las indagatorias, judicializadas bajo la causa penal 361/2024, los especialistas de la Fiscalía establecieron que los hechos ocurrieron el pasado 14 de septiembre, cuando se reportó a los números de emergencia que una persona fue herida con arma de fuego.

Antes que finalizara la audiencia, los fiscales expusieron los argumentos para solicitar la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa. Les fue concedida por el Juez de Control, que se mantendrá durante todo el tiempo que dure el proceso en contra de los implicados.

Agentes estatales cumplieron sendas órdenes de aprehensión contra los presuntos sicarios / Especial

Comunicado de prensa

Mediante un boletín, la corporación indicó que las evidencias recabadas durante las investigaciones acreditan la probable responsabilidad de los sujetos en la muerte del regiomontano, quien comercializaba automóviles de lujo.

Entre la medianoche del sábado 14 y las primeras horas del domingo 15, desde el Centro de Control, Comando, Comunicaciones, Cómputo, Coordinación e Inteligencia (C5i) se pusieron en marcha los protocolos correspondientes para localizar a los responsables y el esclarecimiento de los hechos.

Cuando ocurrió la agresión, la víctima estaba acompañado de otras personas que la subieron a un vehículo particular para trasladarlo a un hospital, donde poco después se informó que falleció.

Según el comunicado de la SSP, los agresores huyeron en un automóvil marca Toyota de color blanco, que trataron de incendiar. El vehículo fue localizado abandonado en el fraccionamiento Vista Alegre, al Norte de Mérida.

Con base en las pruebas obtenidas durante las investigaciones, según la corporación, es posible afirmar que los hechos no tienen relación con actos de delincuencia organizada. Los cuatro fueron puestos a disposición del Juez de Control que emitió la orden de aprehensión.

La ataque a balazos ocurrió a las puertas de un bar en una plaza comercial del Norte de Mérida / Especial

Presunto autor intelectual

Extraoficialmente, se maneja la versión de que quien lo mandó asesinar no vive en México, sino que, presuntamente, reside en un país de Centroamérica. Hay suposiciones de que los apresados son sicarios, con antecedentes incluso en Estados Unidos, que radicaban en Tijuana y llegaron a Mérida hace unos cinco meses con la intención de entablar una relación con la víctima para ultimarla.

Parece que la razón es porque el empresario fallecido trabajaba para un grupo criminal y el negocio que tenía servía para lavar dinero, pero un mal manejo en las finanzas o por tomar algo que no le pertenecía mandaron acabar con él.

En primera instancia hubo rumores de que el ahora fallecido estaba en un bar de la plaza mencionada, donde una mujer sirvió de “señuelo” para sacarlo del lugar, subirlo a un vehículo y ahí fue donde otros dos le dispararon en varias ocasiones, una en la cabeza.

Posterior al ataque, los agresores trataron de darse a la fuga, pero fueron localizadas por agentes de la Policía Estatal de Investigación (PEI). Sin embargo, como en ese momento no les encontraron algo que los comprometiera, los dejaron en libertad. Algunas fuentes no reveladas indican que los tres salieron del estado, pero dos de ellos regresaron por sus pertenencias en días anteriores, lo que permitió su captura, pero bajo la acusación de posesión de drogas.

El miércoles se cumplieron sendas órdenes de cateo en varios predios, uno en ubicado en la calle 29 entre 16 y 18 de la Unidad Habitacional CTM; otro en el Country Club. Uno más en la privada Manantiales Cocoyoles y dos en las calles 63-B entre 76 y 78 y 59-1 entre 78 y 76, ambos en fraccionamiento Las Américas. Luego, durante la tarde-noche de viernes se llevó a cabo otro en la quinta Baspul, en la carretera Ixil-Chicxulub Puerto.