Par de individuos, conocidos con los sobrenombres de “Morsa” y “Pinocho”, fueron detenidos en el puerto de Celestún por elementos de la Policía Municipal Coordinada, tras entrar a robar a un predio de ese pueblo costero.
Lo que llamó la atención la peculiaridad del actuar de los oficiales, cuando uno, “Morsa”, se subió al techo de la vivienda para intentar escapar y desde ahí arrojó piedras a los agentes para evitar su arresto. El propietario del domicilio y vecinos fueron quienes hicieron el reporte a las autoridades policiacas.
Se movilizaron los policías porteños al sitio y al verlos, uno de los individuos decidió escalar al techo, desde donde empezó a lanzar piedras a los oficiales, en su intento de evitar su captura.
Luego de varios minutos, la situación parecía complicarse, ya que el hombre demostró habilidad para lanzar proyectiles, con lo que mantuvo a distancia a los agentes. Uno de los policías repelió la agresión con un tirahule.
Con eso mantuvo entretenido al sujeto, lo que aprovecharon otros uniformados para subir a la azotea de la vivienda y lograron someter al individuo, quien, según testigos, lloraba y gritaba para que no lo detuvieran.
Los comentarios de habitantes de Celestún no se hicieron esperar, quienes destacaron la astucia de los policías para controlar la situación. “Nunca había visto algo así, parecía más una escena de comedia. Lo importante es que los atraparon”, comentó uno de los testigos.
Al otro implicado lo capturaron sin mayor resistencia; ambos fueron trasladados a la Comandancia local, donde enfrentarán cargos por los delitos de hurto y resistencia a la autoridad. Los porteños celebraron la rápida intervención de los uniformados, aunque el episodio dio pie a la risa y anécdotas entre los testigos.