HOPELCHEN, Cam., 12 de noviembre.- Los amigos de lo ajeno siguen haciendo de las suyas ya que, al parecer, no hay quien les ponga freno.
Este fin de semana, los malandrines ingresaron a un predio de la calle 30 entre 11 y 9 de la colonia Tamarindo, de donde se llevaron un botín cercano a 3 mil pesos en herramientas útiles para trabajos de albañilería y plomería.
El afectado, José Luis. G. C., que padece discapacidad auditiva, dijo que en once meses, los cacos le han afectado su patrimonio en tres ocasiones. En contraparte en la avenida “Manuel Crescencio García Rejón y Alcalá”, el propietario de una vivienda escuchó ruidos extraños la madrugada del día sábado, y se levantó para encender la luz del patio, lo que frustró un robo.
José Luis G. C. asegura que el primer robo le ocasionó un gran daño a su patrimonio, ya que fue maniatado y sujetado con tela adhesiva en las rejas de su vivienda y los malhechores se llevaron un botín cercano a 19 mil pesos.
Meses más tarde, de nueva cuenta los cacos sustrajeron herramientas que emplea en su actividad laboral por una cantidad de 9 mil pesos y ahora, de nuevo fue víctima de los ladrones que se llevaron herramientas con valor cercano a 3 mil pesos.
Agregó que las actividades delictivas han incrementado debido a que hay luminarias descompuestas y lotes baldíos que facilitan la labor de los delincuentes.
Dijo que estos hechos han quedado impunes, principalmente porque se ha reservado el derecho de denunciar, ya que al hacerlo los trámites son engorrosos, las autoridades investigadoras te hacen dar vueltas y más vueltas, y al final no se sabe de ningún detenido por hechos delictivos.
Precisa que no sabe de los alcances del sistema penal acusatorio y oral, mucho menos de los alcances de las leyes para proteger a las víctimas; todo parece estar del lado de los malhechores. Por ello pide una vigilancia policiaca más frecuente, principalmente por el área donde vive, ya que el riesgo de sufrir un robo es latente.
Por otra parte, Jorge Ismael A. C. dio a conocer que el sábado por la madrugada escuchó ruidos extraños en el patio de su vivienda y después de prender la luz, se comunicó al 911, minutos más tarde arribaron los elementos policiacos que peinaron el área sin resultados.
Se dijo a favor del incremento en los rondines policiacos, principalmente en horas de la madrugada, ya que los maleantes aprovechan la oscuridad y lo solitario de las calles para actuar en la más completa impunidad.
(Jorge Alberto Uc Moreno)