Campeche

El Hanal Pixán, vida ancestral

CALKINI, Cam., 1 de noviembre.- La celebración a los fieles difuntos siempre se ha identificado en la zona del Camino Real, en donde la costumbre de hacer los pibes son de dos días, uno para recibir a las ánimas de los niños y otro para los adultos, mismos que se realizan de acuerdo a las costumbres de las familias, ya sea desde muy temprano o bien al entrar la noche.

Cabe destacar que esta actividad data del año 835 para celebrar el Día de Muertos, lo que es conocido en la región como el Hanal Pixán, un encuentro entre los vivos y los muertos.

Es de bien saber que esta cultura está basada en sus costumbres y tradiciones, misma que hasta la presente fecha todavía está arraigada entre una gran mayoría de mexicanos, de que en el más allá se da licencia a los difuntos para visitar a sus parientes que se han quedado en la tierra, un huésped ilustre, a quien se ha de festejar y agasajar en la forma más atenta con los diferentes manjares que se colocan en los altares, entre lo más distinguido como es el pib.

Los orígenes de esta celebración se remontan al año 835 en que la Iglesia Cristiana designa el 1 de noviembre como el día de los santos difuntos cambiándolo, luego en el año 1222 en el concilio de Oxford en Francia, al día 2 por lo que del 31 de octubre al 2 de noviembre, las ánimas “reciben permiso” para visitar a sus familiares.

El primer día se dedica a los niños y le llaman u hanal palal, mientras que el segundo día, el cual es el 1 de noviembre, está dedicado a los adultos muertos y le llaman u hanal nucuch uinicoob y el tercer día es el u hanal pixanoob llamado en algunos lugares misa pixán, porque ese día se aplica una misa dedicada a las ánimas, por lo general en el cementerio de la población.

Las costumbres de las diversas poblaciones son poco diferentes, pero con el mismo fin , ya que en todos consiste en poner una mesa que funciona como altar, alumbrada con velas de cera, misma donde se coloca comida típica de la temporada: atole nuevo, pibes o mucbipollos, jícamas, mandarinas, naranjas, xec, dulce de papaya, coco y pepita, tamales de x’pelón, vaporcitos, agua natural o alguna bebida embriagante, pan dulce y jícaras de sabroso tan-chucuá , así como veladoras, flores y las fotografías de las personas fallecidas, acompañadas de una imagen religiosa

Es por ello que para el día de los niños en el altar se colocan colores alegres, dulces y juguetes y se adorna con flores de xpujuc, xtés en color rojo y virginias (flores silvestres de la región)

Actualmente se realiza el mucbipollo o pib, el cual para muchos es más fácil ver como un tamal grande hecho de masa y manteca, relleno de carne de pollo y cerdo, acompañado de condimentos, tomate y chile.

Este pib usualmente se envuelve en hojas de plátano y posteriormente es cocido en un horno de leña previamente preparado, el cual consiste en un hueco en la tierra, donde se ponen leña y piedras para cocinarlo a la manera tradicional y que de esta forma tenga un excelente olor y sabor.

Es por ello que en estas fechas tanto de niños como de adultos, se hacen estos pibes que son del agrado de la población y que sigue distinguiéndose en la zona por prepararse en los hornos tradicionales hechos en los patios de las casas.

Por si fuera poco, los pibes al momento de ser degustados son acompañado de un delicioso chocolate que también se prepara en la región con las manos trabajadoras.

(Jorge Aké Gutiérrez)