Personal de la Guardia Nacional (GN) pasa verdaderos apuros todos los días para tratar de mantener libre la principal vialidad del Aeropuerto Internacional de Mérida, especialmente en las horas pico, cuando coincide la llegada o salida de tres o más vuelos.
Con frecuencia se puede observar una larga fila de autos estacionados desde la puerta dos, por donde salen los pasajeros que llegan, en el sector Norte hasta el final de esa vialidad, unos 150 metros, doblan y la fila de vehículos se extiende hasta la curva de la calle principal o avenida, poniendo “en jaque” al personal de la GN, que al no tener otra alternativa comienza a levantar infracciones a los conductores que no quieren pagar los 52 pesos del estacionamiento; al recibir las boletas se llevan tremendo susto al ver que la multa asciende a más de seis mil pesos.
Además de los conductores particulares, los elementos de la GN se encargan de detectar a los operadores de taxi de plataformas digitales, que sabiendo que no están autorizados para operar en esa zona, tratan de burlar la vigilancia y acuden a recoger pasajeros a la terminal, arguyendo varios pretextos, por ejemplo, que las personas que se suben a las unidades son sus amigos o familiares, pero al final reconocen su error y reciben fuertes multas, y en ocasiones hasta la detención de las unidades en el corralón.
Sin embargo, este tipo de anomalías se han convertido en un cuento de nunca acabar y a diario se puede constatar cómo la fila de vehículos abarca desde la entrada principal hasta casi la mitad o más de la vialidad de salida de la terminal aérea, más de 400 metros, esto entre las 13:00 y las 15:00 horas.
