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ESCARCEGA, Cam., 5 de noviembre.– Sofía del Carmen de la Cruz May y su hijo David Díaz May, suegra y ex pareja de K.I.B., una adolescente que a consecuencia de una preclamsia murió el domingo con su bebé en el hospital general Dr. Janell Romero Aguilar, hicieron negocio con su fallecimiento, ya que se aprovecharon de las circunstancias para pedir apoyo y hacerse de dinero, denunció su madre, Guadalupe Bustillos Martínez.
La adolescente, de 15 años, ingresó el domingo al nosocomio con trabajo de parto, pero a consecuencia de su corta edad cayó en preclamsia, una condición grave relacionada a la hipertensión que se puede desarrollar en el embarazo, lo que tuvo consecuencias graves, ya que tanto ella como el bebé que esperaba fallecieron.
Bustillos Martínez, quien dijo ser madre de la joven fallecida, denunció a los medios de comunicación que tanto su yerno como su consuegra vieron la oportunidad de aprovechar esta situación para pedir dinero a través de las redes sociales y de diversos portales digitales de noticias, diciendo que no tenían ni para el ataúd y que necesitaban apoyo de los habitantes de esta ciudad.
Pronto la noticia se hizo viral y por doquier empezó a llegar ayuda, ya que mucha gente se comunicó al número telefónico 982 132 51 41 para ofrecerse a apoyar a la familia, ya que señalaron que no contaban con recursos para pagar las cajas.
Pero ayer, la mujer desenmascaró todo, ya que denunció que se aprovecharon de la muerte de su hija y de su nieto para hacerse de dinero, pues hasta ayer no le querían dar ni siquiera sus pertenencias, por lo que cree que no es justo que esas personas hayan actuado de esa manera, sin escrúpulos, haciendo dinero con el fallecimiento de K.I.B. y de su hijo que no logró nacer.
Quiso dejar en claro que ella como madre de la adolescente, ni sus otras hijas, recibieron un solo peso de lo que recolectó la familia de David Díaz May, quien era pareja de su hija, sino él y su madre, Sofía del Carmen de la Cruz May, quienes ante lo ocurrido aprovecharon para pedir ayuda económica, diciendo que son de bajos recursos y no tenían para los ataúdes, lo que la gente les creyó, dándoles toda clase de ayuda.
Aseguró que fue su hija Jennifer I.B., de 21 años, quien con apoyo de otros allegados a la familia se encargaron de dar las vueltas para que tanto su hija como su nieto recibieran digna sepultura, ya que ella radica en el vecino Estado de Chiapas, por lo que condenó que hayan actuado de esa forma.
(Martín Contreras)