CAMPECHE, Cam., 2 de diciembre.- Ante la complacencia de la autoridad normativa, las gaseras continúan operando en forma anómala en agravio de los consumidores, siendo la ordeña de los tanques una de las prácticas más comunes por parte de los empleados de las compañías distribuidoras y expendedoras del combustible doméstico.
POR ESTO! recibió quejas de varias amas de casa, así como de los dueños de negocios que expenden. En ambos casos los denunciantes manifestaron que no les resulta comprar el producto a los repartidores, pues éste se agota al poco tiempo.
Observaron que, para tener la certeza de salir con su cilindro lleno, tienen que ir hasta la planta de almacenamiento para realizar la compra aunque ello les representan un desembolso adicional porque tienen que pagar el costo del flete, ya que no todos tienen los medios de transporte para trasladarse a los sitios donde se almacena el combustible.
Los inconformes lamentaron esta situación y declararon que la Profeco no realiza su tarea de manera adecuada, pues sólo realizan sus operativos una vez al año. Asimismo, manifestaron que no presentan denuncias, debido a que pocas veces se les da seguimiento.
Actualmente el precio del tanque de gas de 20 kilos es de 385 pesos, y cuando que el cilindro se los llenen, pero estando conscientes de las malas costumbres de los repartidores para sacar sus “ganancias extras”, las amas de casa y los dueños de cocinas económicas, tratan de cuidar al máximo el consumo, pues debido a las “transas” de los repartidores, un tanque que debería durar un mes, ahora tan solo les dura 20 días.