Olores fétidos 'perfuman” el Centro

HECELCHAKAN, Cam., 17 de septiembre.- Ante la constante acumulación de aguas pestilentes en los canales de la ciudad, vecinos de la colonia Centro de esta cabecera municipal dieron a conocer que ya se encuentran cansados de la situación que se vive a diario, esto debido a que estas despiden olores fétidos que se logran percibir a gran distancia, pues la gente inconsciente tira todo tipo de desperdicios que se acumulan en los canales por meses, sin que nadie haga nada al respecto.

Ante esto, los vecinos habitantes del barrio de San Francisco hicieron evidente este malestar a causa de la falta de educación ambiental por parte de algunas personas que tiran sus aguas contaminadas en la zona, las cuales se vienen a acumular en dichos caños del lugar que por ser una parte baja no logra llegar a los desagües.

Asimismo, destacaron que en las acumulaciones de estas aguas se puede observar cómo hasta verdín y gusanos ya tiene el caño de desagüe pluvial, ya que este por el pasar del tiempo se obstruye con la basura y desechos, haciendo que el agua estancada en el lugar despida olores fétidos.

“Al pasar a diario por este lugar con nuestros hijos para llevarlos a la escuela tienen que respirarlo, exponiendo así su propia salud”, destacó una ama de casa.

Es por ello que hacen un llamado a las autoridades competentes a través de este medio para que tomen cartas en el asunto, ya que parece no importarles esta situación que están viviendo por parte de los vecinos de esta ciudad.

Cabe mencionar que ya han hecho llegar varios oficios destacando este problema, pero hasta la fecha no se ha obtenido respuesta alguna y más por estar de salida de su administración.

Así mismo, este lugar de alrededor de 30 metros es un criadero de moscos transmisores de enfermedades para la temporada de lluvias; es por ello que se les pide a los ciudadanos que eviten tirar desperdicios en la vía pública ya que se empeora la situación; este problema se viene arrastrando desde hace varios años sin que absolutamente nadie le de solución.

(José Manrique Euán Martín)