A José Antonio Ruz Hernández le tocó derrochar a su antojo la última bonanza de la Universidad Autónoma del Carmen (UNACAR) y, a la fecha, como rector jamás ha informado en qué se invirtieron los 2 mil 739 millones 951 mil 516 pesos que recibió la Institución por 17 contratos costa afuera con Petróleos Mexicanos (PEMEX) entre 2012 y 2015, algunos podrían ser los que también arrinconaron a la escuela en el corazón de la ‘Estafa Maestra’.
La UNACAR fue una de las recabadoras de recursos más importante mediante la captación de contratos multimillonarios con la Empresa Productiva del Estado que también la involucró directamente con irregularidades para comprobar el manejo de esa entrada de ingreso extra.
Cuando Ruz Hernández toma la Rectoría de la institución en agosto de 2013, la UNACAR contaba con el respaldo, por lo menos, de 295 millones 510 mil 323 pesos de tres contratos con PEMEX Exploración y Producción (PEP): 422181800, 428811807 y 428812804.
Millonaria Navidad
de Ruz en 2013
La Navidad de Ruz Hernández y su familia no pudo ser más grata con las bonanzas de abundancia que la UNACAR recibió en diciembre de 2013, año que cerró Ruz Hernández con un activo a favor por ingresos extras a los de su presupuesto anual, por 591 millones 126 mil 612 pesos por cuatro contratos con PEP.
El 20 de abril de 2012 la UNACAR signó con PEP el contrato 420832803, para que diera “el servicio de supervisión técnica y administrativa a la construcción de obras, servicio de supervisión técnica y administrativa a subgerencias y servicio de supervisión técnica al desarrollo de ingenierías, en la Gerencia de Servicios a Proyectos Regiones Marinas, correspondiente a los proyectos de la Región Marina Noreste”.
El monto del contrato fue de 194 millones 325 mil 759 pesos y la vigencia inició el día de la firma del convenio y concluyó el 31 de diciembre pero de 2013, al tercer mes del rectorado de Ruz Hernández.
El 10 de abril de 2013 la UNACAR se comprometió con PEP a hacerle “servicios de soporte técnico integral para los proyectos de explotación de PEMEX Exploración y Producción” -contrato 420403805- por 194 millones 244 mil 892 pesos.
Ruz Hernández pasó sus primeros tres meses como rector mientras estaba vigente este contrato que feneció hasta el 27 de noviembre de ese año.
El 26 de agosto de 2013 PEP contrató a la UNACAR –contrato 421003884- para que diera “servicios de asistencia técnica y especializada para la administración del mantenimiento de la unidad de negocio de perforación” costa afuera en las plataformas de la Sonda de Campeche por 86 millones 972 mil 237 pesos.
Este convenio -mañosamente triangulado siempre con una tercera empresa con la que repartía los dividendos de las ganancias como se hizo con todos los demás contratos- concluyó su vigencia el 31 de diciembre de ese año también.
El contrato 420403822 entre ambas instituciones para dotar a PEP de “servicios de asistencia técnica y apoyo operativo, durante el diseño, perforación y terminación de pozos exploratorios”, costó 115 millones 583 mil 724 pesos pero ese dinero jamás fue transparentado, incluso aunque se le solicitó a la UNACAR copia de estos contratos alegó que era información confidencial. El millonario convenio fue firmado el 10 de septiembre de 2013 y acabó el último día de ese año.
En 2014 también
hubo millones
El 30 diciembre de 2013 Ruz Hernández volvió a amarrar otro contrato imposible -428813912- pero posible con el nivel de corrupción al que está acostumbrado el rector, donde se comprometió con PEP a darle “soporte especializado para la gestión de requerimientos de contratación, diagnóstico y análisis para los proyectos de la Subdirección de Desarrollo de Campos”.
Este convenio lo cobró la UNACAR en poder de Ruz Hernández por la suma de 125 millones 335 mil 470 pesos y acabó exactamente a los dos años de vigencia.
Cómplices
Contratos también como el 421003809 por 97 millones 744 mil 857 pesos para “servicios de asistencia técnica y apoyo operativo durante los procesos de perforación, terminación y mantenimiento de pozos petroleros Paquete II” signado el 11 de marzo de 2013 y vigente hasta el 8 de junio de 2014, fueron siempre del conocimiento del Consejo Universitario donde los concejales y el Patronato avalaron estar conscientes del ingreso de estos recursos.
En repetidas ocasiones POR ESTO! ha solicitado a la UNACAR, vía Transparencia Federal, la entrega de las actas de sesiones del Consejo Universitario de 10 años a la fecha, pero se negó siempre, primero alegando que era información reservada, luego condicionándolas a cambio de dinero.
Más abundancia
El segundo contrato -421003812- que se otorgó bajo los mismos términos que el anterior, pero este por 87 millones 100 mil pesos fue dirigido pero para el Paquete B.
El 11 de noviembre de 2013 la UNACAR recibió unos 285 millones 70 mil 273 pesos producto de un contrato -428813902- que amarró con PEP para darle “servicios de apoyo en la implantación del Sistema de Seguridad, Salud y Protección Ambiental (SSPA) para sustentar el proceso de mejoramiento continuo de seguridad, salud en el trabajo y protección ambiental en las dependencias adscritas a la Subdirección de Producción Región Marina Suroeste de PEP”.
Mientras este dinero entraba a la Universidad, supuestamente, los empleados del área contable y administrativa aseguran que veían pasar millones de pesos que se movían de cuentas frecuentemente, “todo estaba al día para comprobar los movimientos, pero muy pocas veces se daban detalles de su destino final”, narró una ex alumna que hizo ahí su servicio social durante las fechas mencionadas.
El 17 de junio de 2014 la UNACAR acordó el contrato 421004857 con PEP para ejecutar trabajos relacionados con “servicios de asistencia técnica para la supervisión y los procesos de contratación de equipos, materiales y servicios de la Unidad de Negocio de Perforación, Paquete I” por 180 millones 302 mil 545 mil pesos. El convenio feneció el 31 de diciembre del año siguiente.
El convenio 420842802 fue signado entre PEP y la UNACAR el 20 de abril de 2012 para cumplir con el “servicio de supervisión técnica y administrativa a la construcción de obras, servicio de supervisión técnica y administrativa a subgerencias y servicio de supervisión técnica al desarrollo de ingenierías, en la Gerencia de Servicios a Proyectos Regiones Marinas, correspondiente a los proyectos de la Región Marina Suroeste”.
El monto de este millonario contrato un año antes que Ruz Hernández tomara la rectoría fue de 111 millones 14 mil 290 pesos, que se suma a los más de 295 millones más de cuatro contratos previos al corrupto nombramiento a finales de 2013.
El 16 de octubre de 2013, recién nombrado rector Ruz Hernández, estuvo consciente del contrato 420833837 entre la institución que representa y PEP por 506 millones 427 mil 57 pesos, dinero del que nunca se supo cómo lo invirtió la institución en cumplir el convenio.
El millonario compromiso entre entidades fue que la Universidad le diera “servicios de asistencia técnica y administrativa para los proyectos de infraestructura y de servicios que administra la Gerencia de Servicios a Proyectos Regiones Marinas (GSAPRM) para los activos de producción de la Subdirección de Producción Región Marina Noreste, las gerencias de la Subdirección de Distribución y Comercialización y las gerencias de Proyecto de la Subdirección de Desarrollo”. El contrato feneció el 15 de octubre de 2015.
Porque la UNACAR le diera a PEP el “servicio de apoyo técnico para la gestión, planeación, ejecución y seguimiento de auditorías en seguridad industrial, protección ambiental y salud ocupacional en las instalaciones de PEMEX Exploración y Producción” en el contrato 420403815 del 27 de mayo del 2013 al 11 de diciembre de 2015, la institución recibió 135 millones 43 mil 645 pesos.
De acuerdo al convenio 428813837, entre el 7 de junio y el 31 de diciembre de 2013, la Universidad le hizo a PEP “servicios multidisciplinarios técnicos y administrativos en proyectos y actividades desarrolladas en el ámbito de la Subdirección de Producción Región Marina Suroeste y/u otras áreas de PEP” por 100 millones de pesos cerrados.
Por ejecutar el contrato 428813896 por 191 millones 407 mil 65 pesos con PEP, la UNACAR le realizó “servicios de fortalecimiento administrativo y control de proyectos a cargo de las coordinaciones de las gerencias de Transporte y Distribución de Hidrocarburos” entre el 11 de noviembre de 2013 y el 31 de diciembre de 2015.
Entre el 16 de octubre de 2013 y el 15 de noviembre de 2015, la UNACAR ya en poder de Ruz Hernández, ejecutó el contrato 420833838 para PEP para ejecutar “servicios de asistencia técnica y administrativa para los proyectos de infraestructura y de servicios que administra la Gerencia de Servicios a Proyectos Regiones Marinas (GSAPRM) para los activos de producción de la Subdirección de Producción Región Marina Suroeste”. Por este convenio la institución debió haber recibido 126 millones 569 mil 271 pesos.
La UNACAR recibió 112 millones 500 mil pesos en 2014 a cambio de “servicios de soporte técnico integral para los proyectos de explotación de Pemex Exploración y Producción” acorde al contrato 420404804 que le ejecutó a PEP entre el 26 de junio y el 27 de noviembre de ese año.
Antes de concluir el 2013, la Navidad de Ruz Hernández y en esos días como rector impuesto por Fernando Millán Castillo, empresario y mecenas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la UNACAR hizo un convenio más con PEP para hacerle “servicios de asistencia técnica para la supervisión y los procesos de contratación de equipos, materiales y servicios de la Unidad de Negocio de Perforación” por 90 millones 310 mil 431 pesos.
La realidad
La UNACAR, al igual que la Universidad Tecnológica de Campeche (UTCAM), “triangularon” contratos con una tercera empresa que era la que se “comprometía” a apoyar la ejecución de los trabajos porque siempre ha sido evidente que las instituciones no cuentan con la capacidad para cumplir con los servicios que demanda PEMEX.
Este proceso lo inició la UNACAR desde periodos rectorales anteriores y aunque Ruz Hernández estuvo al frente de la administración de ese dinero, ¿por qué nunca informó a dónde se invertían esos millones?, es el cuestionamiento que se hacen académicos, administrativos y técnicos de la institución.
Investigaciones como la de la ‘Estafa Maestra’ revelaron en 2018 que muchos de los contratos que signaron universidades con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y PEP, específicamente la UNACAR y UTCAM, no hay evidencias reales de su cumplimiento.
“Chantaje nacional”
Este miércoles, Ruz Hernández ordenó a los empleados de la Institución a hacer un paro de labores, coordinado previamente con 12 universidades estatales, la mayoría involucradas en actos de corrupción y algunas, como la carmelita, en la ‘Estafa Maestra’.
El motivo fue para hacer presión al Gobierno Federal para que les “suelte” 17 mil millones de pesos mediante un depósito bancario a una cuenta de universidades, para cumplir con desajustes en su presupuesto causado por sus malos manejos administrativos.
En el caso de la UNACAR, es una institución mal administrada, con un déficit financiero injustificable para los ingresos millonarios de apenas cinco años atrás.
Los adeudos contables de la Institución con los empleados son por concepto del aumento salarial contractual del 3.5 por ciento que desde el año pasado que se aprobó no se ha cubierto y está a punto de fenecer, Fondo de Pensiones y Jubilaciones que en abril se vacía.
(Texto y fotos: Redacción /
POR ESTO!)