CHUNYAXNIC, Hopelchén, Cam., 18 de noviembre.- Estudiantes del Instituto Campechano (IC) presenciaron cómo se desarrolla una comida de milpa, el conocido “Hanal Cool” y cómo se oficia la entrega de los sagrados alimentos a los dioses del monte y de la lluvia, satisfechos quedaron tras probar los alimentos que ofrendan los sacerdotes mayas, como lo hizo el señor Antonio Poot Chan y su familia, y los estudiantes se llevaron un buen sabor de boca y dijeron que se debe preservar y conservar esta bonita tradición y no perderla como otras.
Los estudiantes de Gastronomía arribaron a la comunidad con un total de 43 alumnos, dirigidos por dos profesores, Melvin de Jesús Mejía Medina y Julián Estrella Castillo, quienes guiaron a sus alumnos para conocer el pan sagrado de los indígenas mayas que vienen conservando desde tiempos remotos y hoy la continúan practicando por el bien de las cosechas y después de la temporada se agradece mediante las ofrendas para que el próximo año se tenga los mismos beneficios y nos apoye la madre naturaleza, informó el sacerdote maya, quien dijo que el trabajo es para ofrendar a las tierras de Xnuchaltún.
El sacerdote maya preparó dos pavos de mayor tamaño, una pava y dos gallinas, se molió la pepita, la masa se revuelve con la pepita de calabaza y la dejan reposar para después revolver y hacer una tortillas de mayor tamaño, dos de ellos es el Tzup, es la misma que se cuece y la desmenuzan para revolver con el caldo del pavo y después se ofrenda en la mesa con el Cool, también prepararon el sagrado Sacab, el Balché que es corteza de árbol, pero el aroma es agradables y es una bebida sagrada, muy aparte de un trago de licor, y un cigarrillo para los visitantes.
La comida se realizó en un costado del campo deportivo de la comunidad bajo unos frondosos árboles y dio los preparativos mediante cocinar las aves, abrir el agujero del Pib, se estibó las maderas y después prendieron fuego hasta quedar colorado las piedras, que es donde dejaron asentados los Pibes de Tut y el Tzup. Don Antonio dijo que es una ofrenda de una cosecha de milpa de 20 hectáreas de la familia Poot Dzib, encabezada por Francisco Poot Dzib, quienes tienen muchas tierras sembradas pero con agradecimiento hacia los dioses del agua y de la tierra.
Las letanías que asombró a los estudiantes del Instituto Campechano fue de la entrega de los alimentos, recordando los cuatro puntos cardinales Xamán, Nohol, Chikín y Lakín, Norte, Sur, Este y Oeste, invocación para bendecir a los estudiantes quienes aceptaron que se vaya a preservar esta tradición que se traduce en un bienestar para un pueblo que vive de la cosecha de maíz, así sea de ganadería, de apicultura o poner el Sacab en terrenos donde fueron asentamientos mayas no se puede dejar pasar y es necesario que los hombres del campo retomen y sigan conservando un legado que fue heredado por los ancestros.
(Jorge Amado Caamal Ek)