Los internos que se encuentran en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Ciudad del Carmen, viven en un infierno, debido a que le violentan sus derechos humanos por algunos grupos que controlan el penal con conocimiento de la dirección del reclusorio. A nosotros nos llegan cartas de reclusos donde manifiestan amenazas y que no quieren bajar al centro de población por temor a que los lastimen o maten, además a algunos reclusos les quitan la despensa que les llevan sus familiares, a otros sus cobertores por los grupos más fuertes, dijo Cleotilde Herrera Díaz, Coordinadora Estatal del Consejo Internacional de los derechos Humanos AC.
Expresó que en el penal de Carmen se siguen violentando los derechos de los internos y el director de la penitenciaría sabe muy bien lo que sucede, debe estar consciente que en el Cereso no se da el trato que se les debe ofrecer a los reclusos; pues dentro de la penitenciaría se manejan diferentes grupos, desde el más débil hasta el que se encuentra cerca del custodio.
“Hay grupos que se encargan de amargarle la vida a otros internos, esos se dedican a estar violentando el derecho de los otros reclusos, porque se encuentran bajo mandato de la dirección; siempre lo he mencionado, que el director y sub director del penal son sabedores de lo que ocurre dentro de la penitenciaría pero no actúan como debe ser”, manifestó la activista.
Señaló que el director o directora, o subdirector, son los únicos responsables de lo que ocurre en el interior del reclusorio, y cómo van a decir que el recién caso del interno que pereció en el penal murió de VIH, no es que sea así, pues a esta organización le llega cartas de reclusos en donde manifiestan las amenazas de los que son objeto, además se sabe que a los internos les quitan la despensa que les llevan sus familiares, otros pasan frío porque el grupo más fuerte se apodera de sus cobertores.
Sin capacidad
“Se supone que en la dirección del penal hay gente capacitada para evitar que sucedan esas situaciones; hace unos meses resultó otro joven muerto, tenía huellas de tortura y hasta el momento las autoridades competentes no han esclarecido los hechos, se quedan calladas con la información porque saben que no están haciendo su trabajo, como debe de ser”, manifestó.
Añadió que desde el momento que llega un interno a formar parte de la penitenciaría, es porque va a purgar una condena, desde el momento que pone los pies en el Cereso un interno, la dirección tiene la obligación de recibirlo, darle a conocer las obligaciones y la razón por la que se encuentra en la penitenciaría, además, un día a la semana le deben dar el informe de su comportamiento, beneficios y derechos; pues aunque sean internos de un penal tienen derecho de recibir la visita de familiares, recibir buenos tratos, así como capacitación de algunas agrupaciones de la sociedad, entre otros.
“Lo que vemos es que existe un negocio redondo de parte de la dirección de la penitenciaría, la subdirección, y otros, como algún juez, porque me ha tocado ver algunas situaciones; e incluso se ven a los internos vendiendo cualquier cosa y si no lo logran comercializar les obligan a pagarlo o de lo contrario lo castigan por unos días hasta que llegue un familiar para pagar alguna sanción por desacato”, agregó.
Dijo que en realidad los internos viven un infierno porque no les respetan sus derechos humanos, e incluso cuando reciben alguna visita sus miradas pasan por todos lados para ver si no son observados, pues si dicen algo cuando la visita se retira enseguida toman represalias contra ellos.
(Texto y fotos: POR ESTO!)