Gran Estreno de 'Peregrinación a Tokaido”

En “Peregrinación a Tokaido”, los integrantes de la Compañía-Escuela del Centro Cultural “El Claustro” demostraron su interés por defenderse en la escena artística y de hacer reflexionar a los campechanos sobre su día a día, aquel que pasa desapercibido por la cotidianidad de coches, violencia y estrés.

En el folleto entregado al comienzo de la obra se lee: “La Peregrinación a Tokaido” gira en torno a un billete de lotería ganador del premio mayor que se le ha extraviado a su dueño, un samurái lujurioso venido a menos; desde este punto de partida, la obra va mostrando a una serie de personajes que codiciosamente tratarán de obtener los beneficios económicos del billete de lotería sin importarles las consecuencias de sus actos.

“Tokaido es el destino final de la peregrinación anual de los fieles devotos de Buda y en ese lugar se encuentra el templo Ichikawa, organizador de la lotería y que está administrado por una congregación de monjas quienes, subrepticiamente, dictan una ética que favorece económicamente al templo y que condena a los peregrinos a un comportamiento moral de las “buenas costumbres” y de resignación”, argumentó el folleto.

Cerró con estas oraciones “Sin embargo, la violencia ya se ha adueñado de los codiciosos peregrinos quienes bajo cualquier pretexto pelean entre sí”.

De esta manera, en “El claustro” los espectadores pudieron observar la historia de un samurái y su médico, unos trotamundos, unas brujas y un defraudador, quien es el que desata toda la historia de rencores y odio que prevalece en la obra.

Durante casi dos horas, los actores Gabriela Allaud, Ángel Fuentes Balam, Octavio Ávila, Eliud Sánchez, José Argáez, Anielka Kantún, Paola Carballo, Alexa Cortez, Marisoley Góngora, Angélica Escalante, Heydi Paredes e Iridian Cu se enfrentaron a un texto que exigió más de lo que presupone un texto de este tipo, pues el esfuerzo físico fue evidente, al moverse, escalar y hacer movimientos entre efusivos y lentos.

El autor de esta obra, Dolly S. De Velasco; el encargado de escenografía, vestuario y utilería, Héctor Palacios; de la iluminación, Alejandro Vera Oficer; el asistente de dirección, Érika Pech Couho; el encargado del entrenamiento y análisis, Ángel Fuentes Balam y el director, Néstor Galván, demostraron que las horas de ensayo, coordinación y la preparación de la puesta en escena, fueron indispensables para encantar a los campechanos que aprovecharon su noche de viernes, que estuvo inundada de eventos culturales.

La reflexión de la historia varía desde cada uno de los espectadores, pero la necesidad de dinero, el hacerse rico, vencer las deudas, la pobreza, entre otras “necesidades” se hacen evidente, cuando hay moneda de por medio. No me negué a recordar aquella canción de Van Van, llamada “El Cheque”, en el que el cantante cantaba cómo todos esperaban que le llegara ese dinero, para tomar su parte.

La temporada de esta obra será en diciembre, el 6 y 13; y en el caso de enero el 10 y 17, en el mismo sitio, a las 20:00 horas, para quienes quieran disfrutar de esos personajes japoneses decididos a representarnos.

(David Burelo)