Descarado tortuguismo judicial

A casi tres meses del homicidio de Jorge Elías Espinosa Rafful en la colonia Guanal, la Vicefiscalía Regional de Ciudad del Carmen no muestra avances significativos para dar con la detención del o los presuntos responsable del hecho violento.

Como se dio a conocer, cerca de las 11:00 horas del 12 de septiembre del 2019, se pidió hasta la calle 20-B entre 19 y 21 de la colonia Centro el apoyo de una ambulancia, debido que en el predio marcado con el número 73 se encontraba un hombre sin reaccionar, amarrado de pies y manos con una almohada en la cara.

En ese momento, elementos de la Cruz Roja confirmaron que el hombre ya no contaba con signos vitales y se declaró su muerte para dar parte al Ministerio Público.

El cuerpo de Espinosa Rafful se encontraba recostado en la cama, con los pies amarrados con una soga de nailon; las manos atadas con un cinturón, y en la cara tenía una almohada color verde.

Al tratarse de un presunto homicidio se activó el protocolo de alto impacto por parte de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), quienes realizaron el levantamiento del cuerpo con apoyo del Servicio Médico Forense (Semefo).

Cabe señalar que en las cámaras de seguridad de los predios vecinos se pudieron observar que desde antes se encontraba estacionada una camioneta de color negro, con placas del Estado de Guanajuato, a las afueras del domicilio donde entraban y salían dos sujetos.

Tres días antes de ser encontrado el cuerpo, los sujetos salieron del domicilio, abordaron la camioneta y desaparecieron para ya no regresar al lugar donde días después fue encontrado el cuerpo.

A pesar de todas las pruebas correspondientes que se dieron a conocer, actualmente el Ministerio Público y Vicefiscalía de Ciudad del Carmen no mantienen ningún tipo de avance en torno a la investigación.

Como ya es costumbre, el Ministerio Público mantiene completo hermetismo para revelar acciones que han presentado para resolver dicho homicidio que causó expectativa entre los colonos de la colonia Guanal y Centro.

(Texto y fotos: Ricardo Jiménez)