CALKINI, Cam., 21 de diciembre.- La demolición de este tanque elevado que antes servía para almacenamiento y distribución del agua potable para la ciudad es necesaria y lo más pronto posible, ya que se está cayendo a pedazos, ahora pasa año más y esta petición es ignorada por las autoridades, pese al gran riesgo que representa.
La voz del pueblo aún no se hace tomar en cuenta, ya que ha sido escuchada pero omitida su petición ante la urgente demolición del tanque elevado que se encuentra en la avenida del barrio de San Luis Obispo, representando un serio peligro ante su destrucción día a día.
Uno de los primeros tanques elevados que servía para el almacenamiento y distribución del agua potable para la ciudad, ya cumplió con su función y tiempo de vida, pero las autoridades están haciendo caso omiso ante el llamado de que en cualquier momento el viejo inmueble pueda desplomarse.
Tal parece que el gobierno municipal que encabeza Roque Sánchez Golib siempre ha tenido la falta de interés ante el llamado de la sociedad, a pesar de que este lugar es el camino principal de los estudiantes del Colegio de Bachilleres de Campeche (Cobacam), del Centro de Atención Múltiple (CAM), Centro de Desarrollo Infantil (Cendi), Instituto de Capacitación para el Trabajo (ICAT), así como paso para el Centro Deportivo de Alto Rendimiento (CEDAR), Sagarpa y el Hospital Comunitario de esta ciudad.
Además es el paso para dirigirse a Nunkiní y otras poblaciones como Isla Arena, por lo cual ésta es una de las arterias más transitadas donde se encuentra este tanque elevado de mucha antigüedad y que actualmente ya representa el temor de los ciudadanos de que pueda desplomarse y dejar una tragedia múltiple.
El pueblo calkiniense exige que antes de que suceda una tragedia ante un posible colapso del tanque elevado que se está cayendo a pedazos y en cuya base que lo sostiene ya se notan los fierros todos oxidados, pide al Gobierno del Estado para que sea quien mande a demoler este inmueble, ya que las autoridades municipales pasan trienio tras trienio y solo hacen caso omiso.
No puede ser posible que se quiera aplicar el dicho “muerto el niño, a tapar el pozo”, ya que en sus manos está evitar una tragedia ante este tanque elevado que ya cumplió con su función y tiempo de vida.
(Jorge Aké Gutiérrez)