Los daños en el viejo Puente de La Unidad, que están siendo minimizados por autoridades estatales y municipales priístas, significarán el retorno de las marchas forzadas en la obra del nuevo viaducto, poniendo en riesgo la vida de los obreros, ante la urgencia de concluirlo y ponerlo en operación lo más pronto posible, aunque de paso se desestimen las medidas de seguridad para los trabajadores y para la misma infraestructura, pues además han ocurrido despidos masivos, ya no se cuenta con respaldo por parte de las organizaciones sindicales y ahora la mayor parte de la mano de obra es foránea.
Desde diciembre pasado, el Consorcio Puente La Unidad, integrado por las empresas ICA, Calzada Construcciones SA de CV (Calco) y Construcciones y Dragados del Sureste SA de CV (CYDSSA), dio de baja a decenas de obreros que se manifestaron por la muerte de un compañero, con la justificación de ‘obra terminada’, situación en la que los dos sindicatos existentes en Isla Aguada se lavaron las manos, tal como reportaron obreros consultados por el POR ESTO! quienes participaron en las protestas de los meses previos.
Señalaron que actualmente toda la gente que se encuentra laborando es nueva y principalmente mano de obra foránea, lo que no sólo ha representado atrasos desde finales del año pasado y principios del 2019, cuando la construcción se paralizó varios días; también ha significado medidas de seguridad menos rigurosas que arriesgan de nueva cuenta la vida humana.
Precisamente la principal demanda de la huelga que se dio el pasado agosto era que no se estaba cumpliendo con dotar de equipo como cascos, salvavidas y líneas de vida, lo que podría estar ocurriendo de nueva cuenta ante la premura de avanzar lo más pronto posible para regularizar el tránsito vehicular hacia el Oriente de la Península de Yucatán.
Indicaron que se dio de baja especialmente a quienes se habían inconformado, y como siempre los supuestos líderes sindicales no salieron en su defensa, además de que se les despidió para que no generaran más antigüedad.
Mientras tanto, autoridades estatales se plantean poner en operación el nuevo viaducto hacia finales de marzo, corriendo todos los riesgos, pues a más de nueve años de iniciada la obra sólo queda de manifiesto que las administraciones tricolores no pueden con una empresa de tales dimensiones.
(Texto: Carlos Valdemar /
Fotos: POR ESTO!)