CHAMPOTON, Cam., 19 de marzo.- El grave error del gobernador Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, es ser encubridor de Candelario Salomón Cruz, extitular del Instituto Estatal de Transporte (IET), donde la corrupción se disparó, porque no sólo fue a uno al que les exigía hasta 30 mil pesos por adelantado para renovar sus placas o concesión, pues daba fecha para entregarlas y aunque acudían los interesado el día señalado, les daban otra cita para ir a buscarlas y llegado el plazo de entrega, les daban otro día y así los mantuvo por casi dos años.
Sin embargo, ahora el mismo gobernador dice que se necesitan pruebas, y el que las tenga que las presente ante la Fiscalía General del Estado de Campeche (FGECam). O sea, todos estos tres años se ha vivido en la corrupción, y él sabe que no hay prueba que los delaten del cobro exagerado que implementaron entre los dos, porque ha habido acusaciones serias, pero hasta el día hoy lo sigue protegiendo, lo que se demuestra con ello que poco sabe valorar los votos que en su momento lo hicieron gobernador del Estado.
Si con este cinismo enfrenta a los grupos de autotrasportistas en el Estado de Campeche, cómo es que pretende ser dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pues con su egocentrismo llevaría a desparecer a este instituto político que por años fue el bastión para muchos políticos, por no darles la oportunidades de hacer valer su ideología y que en estos momentos buscan la transformación de México.
Pero qué se puede esperar de un político que ignora los problemas de su pueblo.
(Erasmo Cruz Díaz)