Que estos calores que nos está dando en estos últimos días el planeta nos sirva para hacer una conciencia más generalizada y que la mayoría de las personas comiencen a tomar con seriedad el que tengamos como riesgo nuestra especie hasta de un 90 por ciento, no a largo plazo, sino a mediano, hablando entre 15 a 20 años, ya no son los 100 que egoístamente por años se ha dicho, y esto hace que inconscientemente no reaccionemos, porque muchos decimos “a 100 años a mí no me toca”, señaló Marco Antonio Rodríguez Vadillo, fundador de Movimiento Alterno para la Recuperación de Ecosistemas Afectados (Marea-Azul) y de Red Manglar México.
Añadió que muchas especies sobrevivirán ante las adversidades del cambio climático, las más resistentes que la especie humana, pues existen pronósticos sobre una extinción de un 90 por ciento de vida humana, y eso no se quiere dar a conocer y que la mayoría no le ponen atención. Lo que hay que hacer es que las personas adquieran esa conciencia para que se sumen a exigirles a las autoridades competentes a que se modifique el modelo de desarrollo y que pasemos a producir conservando el medio ambiente, si los hacemos así con los recursos naturales tendremos futuro, pero si seguimos destruyendo lo que nos queda definitivamente habrá extinción de la especie humana.
Agregó que todo lo que vivimos en la actualidad, con estos intensos calores, es por la forma y la actitud del ser humano del cual depende. El ser humano es la única especie soberbia, egoísta y estúpida a la cual le vamos a llamar absurdo, pues a pesar de que estamos conscientes que nos estamos destruyendo y lo sabemos desde los últimos 100 años, nos hemos hecho tontos por nuestra codicia, nuestra comodidad y estupidez; estamos viendo que nos queda pocos años y no nos detenemos, porque hemos perdido la dignidad, la vergüenza, la honestidad y valores humanos, todo estos se cambiaron por dinero y cosas materiales.
Asimismo, indicó que es importante subrayarle a la mayoría de la gente que el fenómeno ya lo tenemos encima prueba de ello cualquiera que se meta en un bosque o debajo de unos manglares enseguida suda sin hacer ejercicio; porque cuando el ser humano tiene sensaciones térmicas de 50 y 52 grados, suda, aunque no haga ningún trabajo físico, imagínese a un obrero que hace trabajos físicos.
Advertencia no
es exagerada
“Esto es imposible para la vida, y esto ya lo tenemos en este 2019, imagínense en tres años más, ya no digamos diez años, va ser insostenible la existencia humana y eso hay que comunicárselo a la gente no es cuestión de ser amarillista, ni alarmista, es una terrible y pavorosa gran verdad”, manifestó.
Continuó diciendo que lo que está sucediendo con el calentamiento global es algo por muchos años sabemos y hace 15 años se hizo un atlas del problema de alza de mareas y existe ese documento y lo dijo la Secretaría de Medio Ambiente Recursos Naturales (Semarnat) hace muchos años, entonces es una realidad, algo que es verdad y que la mayoría de las personas no queremos ver y que también la mayoría de los medios ocultan porque no convienen a los intereses económicos de autoridades y grandes capitalistas de que haya esa conciencia y aprovechamiento de los recursos naturales, todo esto está ocasionando y poniendo en riesgo la vida del ser humano en el planeta.
“El calentamiento global es sumamente preocupante porque calculo que tal vez o quizás en unos 15 años la Isla se tienda a inundar como nunca, pues en una de las mareas altas podría provocar que el nivel del agua llegue en toda la ciudad a un metro con 20 centímetros o un metro con 50 centímetros, y a la comunidad no le va ir muy bien, estos son realidades que tenemos que ir planteando para presionar a las autoridades, a los ambiciosos y codiciosos industriales a que dejen de hacer estupideces y contemplen más la necesidad de conservar los recursos que sustentan la isla”, señaló.
Agregó que a él le parece una tontería muy grande mantener desinformado a las comunidades del mundo, de lo terrible que nos espera en un futuro mediato en 20 años, no en 100 como dicen los mercenarios pagados por las petroleras y las minas de carbón, porque esos son los que están provocando los efectos invernaderos, así como las palmas de aceite, pues al final de la historia son los grandes capitales los responsables de los efectos de los gases y efectos de invernadero.
“La codicia de los responsables, de los capitales del mundo evita que esto se frene, y son los que nos están suicidando, son los responsables directos, porque con su economía pagan el cabildeo a legisladores de todo el mundo, incluyendo al gobierno norteamericano que genera más del 30 por ciento de los gases del efecto invernadero y el idiota de su presidente Donald Trump, se sale de los acuerdos del país y no solo frena los impactos que están teniendo los indicios que genera el carbón industrial, sino al contrario esto les fortaleció, quitó todas las normatividades que había para el carbón y mineral que utilizan porque es muy barata, pero ocasionan muchos gases de efecto invernadero”, concluyó.
(Texto: Fernando Kantún /
Fotos: F. Kantún / POR ESTO!)