Campeche

Fe y devoción a la Virgen de la Asunción

DZITBALCHE, Cam., 15 de agosto.- Bajo los candentes rayos del astro rey, fieles católicos caminaron el primer cuadro de esta ciudad para acompañar a la patrona del pueblo, la Virgen de la Asunción, mientras otros prefirieron resguardarse bajo los pocos árboles que existen en el centro de esta comunidad, pero los demás no se movieron de sus lugares en el interior del templo católico.

Feligreses honraron a la Virgen María en su advocación a Nuestra Señora de la Asunción, al celebrarse la solemnidad de la ascensión de María a los cielos.

La misa solemne la presidió el sacerdote José Luis Yeh Euán, quien señaló que según el evangelio, pasados unos años después de la muerte y resurrección de Jesús, la Virgen María sintió la necesidad de estar con su hijo, por ello se lo dio a conocer a los apóstoles, quienes acudieron a ella, menos uno que estaba predicando, la Virgen cerró los ojos y entró en un sueño profundo, su funeral fue arropado por miles, mientras en el lugar se sentía agradables aromas y al llegar más tarde el último apóstol, se dirigieron al sepulcro, pero en el lugar ya no estaba el cuerpo, pues Jesús la había hecho ascender a los cielos, recordó.

En este júbilo llamó a ser obedientes como lo hizo María al mandato del Señor, por ello siempre debemos hacer caso al llamado que Jesús siempre nos está haciendo, pero muchas veces nos negamos a escuchar.

Finalizada la solemne misa, se llevó a cabo la tradicional procesión en donde cada esquina se entonó el salve.

Después de una misa ofrecida en la Parroquia de la Asunción de María, por el presbítero José Luis Yeh Euán, se procedió a bajar a la sagrada y venerada imagen para llevarla a las afueras de este templo católico, donde era esperada por los feligreses.

Con el tronar de los voladores, cánticos, alabanzas y oraciones, los feligreses acompañaron a la patrona del pueblo, mientras se realizaba la procesión en su honor, tal y como la festejan cada 15 de agosto.

Los que caminaron en procesión para acompañar a la patrona del pueblo, demostraron que poco importó el intenso calor que se sentía después del mediodía, ya que la fe católica prevaleció y la población buscó cómo protegerse de los rayos solares.

Después de la procesión, la imagen de la Virgen de la Asunción fue regresada a la Parroquia para ser colocada de nueva cuenta en su altar, misma donde fue venerada por cientos de fieles católicos que seguían arribando a la ciudad para visitar a la Virgen.

(Jorge Aké Gutiérrez)