
Los cenotes de Yucatán son formaciones naturales de gran belleza y valor ecológico, cultural e histórico, los cuales cuentan con distintas restricciones para su visita, entre ellas no ingresar después de las 5 de la tarde.
Y es que los cenotes de Yucatán son considerados sitios sagrados para las comunidades mayas, ya que las leyendas relatan que están protegidos por deidades o espíritus, y algunas tradiciones locales establecen que el acceso a ellos debe restringirse en ciertos horarios para respetar estas creencias.
De hecho, en tiempos antiguos, los cenotes eran utilizados en ceremonias y rituales, por lo que aún se les atribuye un carácter místico.
Sin embargo, esta no es la razón por la que se restringe su acceso después de las 5:00 de la tarde, ya que a esta hora al anochecer, la visibilidad disminuye considerablemente, lo que aumenta el riesgo de accidentes, como resbalones en las rocas, caídas al agua o dificultades para nadar en caso de emergencia.

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Además, la mayoría de los cenotes no cuentan con iluminación artificial, lo que dificulta la rápida respuesta ante cualquier incidente.
Otro factor importante es la preservación del ecosistema. Los cenotes son hábitats de diversas especies de flora y fauna, muchas de las cuales son más activas durante la noche.
La presencia humana en estos horarios podría alterar los ciclos naturales de estos seres vivos y generar estrés en las especies que habitan en el agua y sus alrededores. Además, la contaminación lumínica y sonora podría afectar el equilibrio ecológico del lugar.

Asimismo, la administración y mantenimiento de los cenotes requieren horarios específicos de operación, ya que muchos de estos sitios son manejados por ejidatarios, comunidades o empresas turísticas que necesitan tiempo para la limpieza y conservación de las instalaciones.
Permitir el acceso nocturno dificultaría estas labores y aumentaría el desgaste de las estructuras que rodean los cenotes.
Finalmente, la restricción de horarios también ayuda a evitar actos de vandalismo o conductas irresponsables por parte de algunos visitantes. El acceso nocturno sin supervisión podría dar lugar a fiestas, consumo de alcohol o acciones que dañen el ecosistema.
Por ello, la regulación de horarios es una medida que busca proteger tanto a los visitantes como a estos valiosos espacios naturales.