Ante la presencia de las precipitaciones pluviales en estos últimos días se ha intensificado la llegada de tortugas marinas carey, al campamento tortuguero “Isla Matamoros”, para desovar, pues hasta el momento existe l un registro de más 100 nidos de tortugas marinas, dijo Rosario Velueta Benítez, presidente de la Asociación Ecológica “Laguna de Términos Delfines” AC.
Recordó que a finales de julio tenían registrado 71 nidos de tortugas en ese campamento, pero actualmente son más de 100 y esto se debe a que en los últimos días ha estado lloviendo lo que facilita a las tortugas poder cavar la arena para depositar sus huevos, sitio en el que eclosionan para que las tortuguitas nazcan.
Anidamiento
Mencionó que las hembras anidan cada dos años o más, y ponen entre dos y cinco veces por temporada, en intervalos de aproximadamente 15 días; en promedio, cada nido tiene 160 huevos pequeños; sin embargo, para esta especie se registra el nido más grande de cualquier tortuga, con 250 huevos y los huevos se incuban alrededor de 60 días.
Explicó que el proceso de anidamiento de las tortugas empieza por la selección del área de la playa donde va a desovar, generalmente depositan sus huevos más arriba de la línea de marea alta; este es un proceso estacional que varía según la especia de tortuga marina.
Indicó que el patrón de anidamiento puede variar según el lugar de la playa donde la tortuga salga del mar, donde empiece a construir el nido, si abandona su intento de anidación y el curso que recorra para retornar al mar. Todos estos aspectos pueden afectar la cantidad de huevos que deposite la tortuga, el éxito de la anidación, además del bienestar de la tortuga nidificante.
Añadió que las tortugas carey necesitan entre 20 y 40 años para alcanzar la madurez; esta información se basa en tazas de crecimiento, el tiempo que necesita una cría llegar al etapa juvenil, y la condición de las gónadas.
Amenazas.
Señaló que la amenaza principal a las tortugas carey es la explotación comercial de los juveniles y los adultos por la belleza de su caparazón, con el cual se elaboran artesanías y otros productos.
“Otras amenazas pueden ser directas, tales como la recolección de sus huevos, o indirectas, como la destrucción de hábitats críticos para su supervivencia a causa del cambio climático y aumentos en sedimentos y nutrientes que afectan negativamente a los arrecifes de coral; en caso de la depredación de los nidos, las personas que incurren este incidente y de ser sorprendidas por las autoridades, recibirán las sanciones correspondientes y que amerita prisión, y por tratarse de un delito federal, es difícil a que alcancen fianza”, finalizó.
(Texto: Fernando Kantún /
Fotos: Fernando Kantún /
Especial)