'Gobierno sin resultados”

Dinero que debería de ser para un mayor equipamiento y patrullas se va en pago de favores a líderes de colonia afiliados al Partido Revolucionario Institucional. El Alcalde Oscar Rosas González ha dejado a un lado la seguridad de los carmelitas por mantener operadores ante una posible candidatura a la gubernatura del Estado, la cual ni siquiera le darán, pues el PRI es un partido acabado y que hoy maneja el mitómano de Alejandro Moreno Cárdenas, quien pretende imponer a su gente cercana, incluyendo a su sobrino Christian Castro Bello, señaló Adriana Velazco, seccional del Partido Acción Nacional (PAN).

De acuerdo a la panista, muchas seccionales del PRI cobran en la nómina del Ayuntamiento, lo cual elevó el pago mensual y ha provocado que ahora hasta soliciten un préstamo para pavimentar calles, cuando dicho recurso debería ser para servicios públicos y seguridad, pero no le están apostando a eso.

“El Alcalde lo que quiere es gente que le opere para que pueda ser Gobernador, por eso es que a las priistas les están pagando para que sigan recolectando gente para el partido y que sean afines al Alcalde, cuando debería de invertir en más patrullas, policías y capacitación, pero no, sólo eso les entra por un oído y por otro les sale, pareciera que no quieren ni a Ciudad del Carmen”, expresó.

Asimismo, mencionó que Oscar Rosas cree que con dinero será el candidato a Gobernador, pero que la realidad es otra y en su partido hay traiciones y quienes aspiran a ese cargo tienen de su lado al corrupto de ‘Alito’ desde el PRI nacional, por ello debe de preocuparse mejor por atender las necesidades de la Isla, que “soñar en grande”.

Espurio

“Nosotros como ciudadanos solo podemos decirle que se ponga a trabajar, que dejen de gastar dinero en cosas que no nos benefician, él se robó la elección, pues que se ponga a trabajar y velar por la seguridad para que haya mejores vialidades, no que sólo se la pasan armando fiestas o eventos para realzar su imagen y aun así la gente no lo quiere”, concluyó.

(Texto y fotos: Ignacio Morales)